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Hebreos 12:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Después de todo, nuestros padres humanos nos disciplinaban, y los respetábamos. Pues con mayor razón aceptemos la disciplina de nuestro Padre espiritual para que vivamos.

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Biblia Reina Valera 1960

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ya que respetábamos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, ¿acaso no deberíamos someternos aún más a la disciplina del Padre de nuestro espíritu, y así vivir para siempre?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Además, cuando nuestros padres según la carne nos corregían, los respetábamos. ¿No deberíamos someternos con mayor razón al Padre de los espíritus para tener vida?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Además, nosotros hemos tenido a nuestros padres naturales, los cuales nos castigaban, y los respetábamos. ¿No nos hemos de someter con mucha más razón al Padre de los espíritus, y vivir?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Más aún, teníamos a nuestros padres carnales que nos corregían, y los respetábamos. ¿No nos someteremos con mayor razón al Padre de los espíritus, y así tendremos vida?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por otra parte, tuvimos a los padres de nuestra carne que nos disciplinaban, y los reverenciábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

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Otras versiones



Hebreos 12:9
28 Referencias Cruzadas  

Les dijo: «Había en cierto pueblo un juez que no tenía ningún respeto por Dios ni consideración de nadie.


Durante algún tiempo él se negó. Pero por fin concluyó: “Yo no respeto a Dios ni tengo consideración de nadie.


Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.


Él era profeta y sabía que Dios le había prometido, bajo juramento, poner en el trono a uno de sus descendientes.


Habla de su Hijo que según la naturaleza humana era descendiente de David.


Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mi propio pueblo, los de mi propia raza.


Ellos son el pueblo de nuestros antepasados. Cristo, como ser humano, nació de padres israelitas, pero él es Dios y gobierna sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.


Humíllense delante del Señor, y él los premiará con honores.


Así que obedezcan a Dios. Luchen contra el diablo, y él huirá de ustedes.


Sean humildes y acepten la autoridad y poder de Dios, para que él los trate como a gente importante a su debido tiempo.


El ángel me dijo: «Estas palabras son verdaderas y dignas de confianza. El Señor y Dios que habla por medio del espíritu de sus profetas ha enviado a su ángel para mostrar a sus servidores lo que va a suceder pronto».