―Del césar —respondieron. ―Entonces, denle al césar lo que es del césar y a Dios, lo que es de Dios.
1 Pedro 2:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Respeten a todos como es debido. Amen a los hermanos en la fe, respeten a Dios y al rey. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Respeten a todos y amen a la familia de creyentes. Teman a Dios y respeten al rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Respeten a todos, amen a los hermanos, teman a Dios y respeten al que gobierna. La Biblia Textual 3a Edicion Honrad a todos, amad a la hermandad, temed a Dios, honrad al rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al emperador. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Honrad a todos. Amad la hermandad. Temed a Dios. Honrad al rey. |
―Del césar —respondieron. ―Entonces, denle al césar lo que es del césar y a Dios, lo que es de Dios.
De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros».
Ámense los unos a los otros como hermanos. Trátense entre ustedes con respeto y honor.
Paguen a cada uno lo que le corresponda. Si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones. Al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor.
Queridos hermanos en la fe, ya que Dios nos ha hecho estas promesas, limpiemos nuestro cuerpo y espíritu de todo mal. Respetemos a Dios, porque así llegaremos a ser completamente santos.
No hagan nada por egoísmo o por orgullo. Más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
Todos los que aún son esclavos deben reconocer que sus amos merecen todo respeto. Porque así evitarán que se hable mal de Dios y de nuestra enseñanza.
Ustedes han aceptado el verdadero mensaje de Dios, y por eso él los ha limpiado de pecado. Ahora aman con amor sincero a sus hermanos en la fe. Así que ámense de todo corazón los unos a los otros.
Por amor al Señor, obedezcan a toda autoridad humana. Así que obedezcan al rey como máxima autoridad.
Así mismo, jóvenes, obedezcan a sus líderes. Sean todos humildes cuando traten a los demás, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero trata con amor a los humildes».