De nuevo Jesús les dijo: ―Yo me voy, y ustedes me buscarán, pero en su pecado morirán. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.
1 Corintios 15:56 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El arma de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues el pecado es el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder. Biblia Católica (Latinoamericana) El aguijón de la muerte es el pecado, y la Ley lo hacía más poderoso. La Biblia Textual 3a Edicion Pues el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado es la ley. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. |
De nuevo Jesús les dijo: ―Yo me voy, y ustedes me buscarán, pero en su pecado morirán. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.
Por eso les he dicho que morirán en sus pecados. Si no creen que yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán.
Desobedecer la Ley, en efecto, trae castigo. Pero, donde no hay Ley, tampoco hay culpable.
Pero el pecado de Adán no puede compararse con el regalo que Dios nos ha dado. Por la desobediencia de un solo hombre, murieron muchos. Sin embargo, por medio de un solo hombre, Jesucristo, Dios nos dio un regalo que no merecíamos. ¡Un regalo para el bien de todos!
Por el pecado de un solo hombre, reinó la muerte en el mundo. Pero ahora, por medio de un solo hombre, Jesucristo, somos declarados justos. Y, gracias a este inmerecido regalo de amor, reinará la vida.
En lo que respecta a la Ley, esta solo hizo que aumentara el pecado. Pero, allí donde abundó el pecado, el amor de Dios fue más abundante.
Pues el pecado solo produce muerte, mientras que el regalo de Dios da vida eterna cuando creemos en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Dios estableció que los seres humanos mueran una sola vez, y que después venga el juicio.