Estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas.
1 Corintios 14:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El hablar en lenguas desconocidas puede causar asombro entre los no creyentes, pero no entre los que ya creen. Por otra parte, el comunicar un mensaje de parte de Dios es un don que ayuda a los creyentes. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, como ven, el hablar en lenguas es una señal no para los creyentes sino para los incrédulos. La profecía, sin embargo, es para el beneficio de los creyentes, no de los incrédulos. Biblia Católica (Latinoamericana) Entiendan, pues, que hablar en lenguas es una señal para quienes no creen, pero no para los creyentes; en cambio, la profecía es para los creyentes, no para los que no creen. La Biblia Textual 3a Edicion Así que, las lenguas son por señal, no a los que creen, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los que creen. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por lo tanto, el don de lenguas es un signo no para los creyentes, sino para los infieles; mientras que la profecía lo es no para los infieles, sino para los creyentes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. |
Estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas.
El señor de ese siervo volverá el día en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada. Lo castigará duramente y le impondrá la condena que reciben los incrédulos.
Hagan el esfuerzo de tener esta clase de amor, y deseen con pasión los dones que da el Espíritu Santo; pero sobre todo pidan la capacidad de comunicar mensajes de Dios.
Tengamos en cuenta que la Ley no se ha dado para los justos, sino para los desobedientes y rebeldes. Es para los pecadores y los que no creen en Dios. Se aplica a los que no respetan a Dios ni nuestras creencias. La Ley es para los que matan a sus propios padres. Es para los asesinos,