Efrón el hitita, que estaba sentado allí entre su gente, respondió a Abraham en presencia de todos ellos y de los que pasaban por la puerta de su ciudad:
Rut 4:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Los jefes y todos los que estaban en la puerta respondieron: —Somos testigos. ¡Que el Señor haga que la mujer que va a formar parte de tu hogar sea como Raquel y Lea, quienes juntas edificaron el pueblo de Israel! »¡Que seas un hombre ilustre en Efrata y que adquieras renombre en Belén! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los ancianos y toda la gente que estaba en la puerta respondieron: —¡Somos testigos! ¡Que el Señor haga que esta mujer que va a ser parte de tu hogar sea como Raquel y Lea, de quienes descendió toda la nación de Israel! Que prosperes en Efrata y que seas famoso en Belén. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos los que se encontraban allí dijeron: 'En efecto, nosotros somos testigos. Los ancianos, por su parte, agregaron: '¡Que Yavé te conceda que tu mujer sea como Raquel y Lía, las dos que dieron origen a la familia de Israel! ¡Que seas poderoso en Efrata y famoso en Belén!' La Biblia Textual 3a Edicion Y todos los del pueblo que estaban en la puerta, juntamente con los ancianos, dijeron: ¡Testigos somos! ¡YHVH te conceda que la mujer que va a entrar en tu casa sea como Raquel y como Lea, las cuales edificaron la casa de Israel, y te hagas fuerte en Efrata, y tu nombre sea famoso en Bet-léhem, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijeron entonces toda la gente que había en la puerta y los ancianos: 'Somos testigos. Y conceda Yahveh a la mujer que entra en tu casa llegar a ser como Raquel y como Lía, las dos que edificaron la casa de Israel. Hazte poderoso en Efratá y cobra renombre en Belén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén; |
Efrón el hitita, que estaba sentado allí entre su gente, respondió a Abraham en presencia de todos ellos y de los que pasaban por la puerta de su ciudad:
Y bendijeron a Rebeca con estas palabras: «Hermana nuestra: ¡que seas madre de millares! ¡Que tus descendientes conquisten las ciudades de sus enemigos!».
A la mañana siguiente, Jacob se dio cuenta de que había estado con Lea y reclamó a Labán: —¿Qué me has hecho? ¿Acaso no trabajé contigo para casarme con Raquel? ¿Por qué me has engañado?
Lea quedó embarazada y dio a luz un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo: «El Señor ha visto mi aflicción; ahora sí me amará mi esposo».
Los hijos de Lea fueron: Rubén, que era el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.
De inmediato escribió cartas en nombre de Acab, puso en ellas el sello del rey, y las envió a los jefes y nobles que vivían en la ciudad de Nabot.
Su esposo es respetado en las puertas de la ciudad; ocupa un puesto entre las autoridades del lugar.
Reuní a los testigos, firmé la escritura, la sellé y pesé la plata en la balanza.
Pero tú, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes son de un pasado distante, desde tiempos antiguos.
“Pero tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre las principales ciudades de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi pueblo Israel”.
Si tal hombre no quiere casarse con la viuda de su hermano, ella recurrirá a los jefes, a la entrada de la ciudad, y dirá: «Mi cuñado no quiere mantener vivo en Israel el nombre de su hermano. Se niega a cumplir conmigo su deber de cuñado».
la cuñada se acercará a él y, en presencia de los jefes, le quitará una de las sandalias, le escupirá en la cara y dirá: «Esto es lo que se hace con quien no quiere mantener viva la descendencia de su hermano».
El hombre se llamaba Elimélec, su esposa se llamaba Noemí y sus dos hijos, Majlón y Quilión; todos ellos eran efrateos, de Belén de Judá. Cuando llegaron a la tierra de Moab, se quedaron a vivir allí.