La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Rut 2:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces Booz dijo a Rut: —Escucha, hija mía. No vayas a recoger espigas a otro campo ni te alejes de aquí. Quédate junto a mis criadas,

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Booz se acercó a Rut y le dijo: —Escucha, hija mía. Quédate aquí mismo con nosotros cuando recojas grano; no vayas a ningún otro campo. Sigue muy de cerca a las jóvenes que trabajan en mi campo.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Booz, dirigiéndose entonces a Rut, le dijo: 'Oye, hijita, no vayas a recoger espigas a otra parte.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces Booz dijo a Rut: ¿No oyes hija mía? No vayas a espigar a otro campo, ni pases tampoco de aquí, sino júntate con mis criadas.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Booz dijo entonces a Rut: '¿Me oyes, hija mía? No vayas a espigar a otro campo, ni te alejes de aquí; únete a mis criadas.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Boaz dijo a Ruth: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas.

Ver Capítulo
Otras versiones



Rut 2:8
11 Referencias Cruzadas  

Entonces sus criados se acercaron para aconsejarle: «Señor, si el profeta le hubiera mandado hacer algo complicado, ¿usted no le habría hecho caso? ¡Con más razón si lo único que le dice a usted es que se zambulla, y así quedará limpio!».


»Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón de sus campos ni recojan todas las espigas que allí queden.


Unos hombres le llevaron un paralítico acostado en una camilla. Al ver la fe de ellos Jesús dijo al paralítico: —¡Ánimo, hijo, tus pecados quedan perdonados!


Jesús se dio vuelta, la vio y dijo: —¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento.


Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.


Ella me rogó que la dejara recoger espigas de entre las gavillas, detrás de los segadores. No ha dejado de trabajar desde esta mañana que entró en el campo, hasta ahora que ha venido a descansar un rato en el cobertizo.


fíjate bien en el campo donde se esté cosechando y síguelas. Ya les ordené a los criados que no te molesten. Y, cuando tengas sed, ve adonde están las vasijas y bebe del agua que los criados hayan sacado.


Así que Elí tuvo que llamarlo. —¡Samuel, hijo mío! —Aquí estoy —respondió Samuel.


Pero una vez más el Señor lo llamó: —¡Samuel! Él se levantó, fue adonde estaba Elí y dijo: —Aquí estoy; ¿para qué me llamó usted? —Hijo mío —respondió Elí—, yo no te he llamado. Vuelve a acostarte.