El lino y la cebada fueron destruidos, ya que la cebada estaba en espiga y el lino en flor.
Rut 2:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Así que Rut se quedó junto a las criadas de Booz para recoger espigas hasta que terminó la cosecha de la cebada y del trigo. Mientras tanto, vivía con su suegra. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Estuvo, pues, junto con las criadas de Booz espigando, hasta que se acabó la siega de la cebada y la del trigo; y vivía con su suegra. Biblia Nueva Traducción Viviente De modo que Rut trabajó junto a las mujeres en los campos de Booz y recogió grano con ellas hasta el final de la cosecha de cebada. Luego siguió trabajando con ellas durante la cosecha de trigo, a comienzos del verano. Y todo ese tiempo vivió con su suegra. Biblia Católica (Latinoamericana) Rut continuó, pues, recogiendo espigas al lado de los trabajadores de Booz hasta que terminó la siega de la cebada y del trigo. Por lo demás, no se separó de su suegra. La Biblia Textual 3a Edicion Así pues, tuvo estrecha compañía con las criadas de Booz, y espigó hasta que se acabó la siega de la cebada y la siega del trigo; pero habitaba con su suegra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se juntó, pues, ella con las criadas de Booz para espigar, hasta que se terminó la siega de la cebada y la del trigo. Y seguía viviendo con su suegra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estuvo, pues, junto con las criadas de Boaz espigando, hasta que la siega de las cebadas y la de los trigos fue acabada; y habitó con su suegra. |
El lino y la cebada fueron destruidos, ya que la cebada estaba en espiga y el lino en flor.
El hijo sabio atiende a la corrección de su padre, pero el insolente no hace caso a la reprensión.
El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.
Mientras Pedro estaba abajo en el patio, pasó una de las criadas del sumo sacerdote.
No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres».
Contarás siete semanas a partir del día en que comience la cosecha del grano.
Así fue como Noemí volvió de la tierra de Moab acompañada por su nuera, Rut la moabita. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la cosecha de cebada.
—Hija mía, te conviene seguir con sus criadas —dijo Noemí—, para que no se aprovechen de ti en otro campo.
Un día su suegra Noemí le dijo: —Hija mía, ¿no debiera yo buscarte un hogar seguro donde no te falte nada?