Acuden a ti en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero sus corazones solo buscan las ganancias injustas.
Lucas 18:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Cuando el hombre oyó esto, se entristeció mucho, pues era muy rico. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el hombre oyó esto, se puso triste porque era muy rico. Biblia Católica (Latinoamericana) Ante tal respuesta, el hombre se puso triste, pues era muy rico. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando él oyó estas cosas, se puso muy triste, porque era rico en gran manera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando oyó esto se puso muy triste, pues era extremadamente rico. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces él, al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico. |
Acuden a ti en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero sus corazones solo buscan las ganancias injustas.
Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste porque tenía muchas riquezas.
»¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes».
Al oír esto, Jesús añadió: —Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Al verlo tan afligido, Jesús comentó: —¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
Pero Zaqueo dijo resueltamente: —Mira, Señor, ahora mismo voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces la cantidad que sea.
»Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida. De otra manera, aquel día caerá de improviso sobre ustedes,
La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran.
Porque pueden estar seguros de que nadie que sea inmoral o impuro o avaro —es decir, idólatra— tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo
Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.
No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él.