»Al atardecer, el dueño del viñedo ordenó a su capataz: “Llama a los obreros y págales su salario, comenzando por los últimos contratados hasta llegar a los primeros”.
Lucas 16:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 “Cien barriles de aceite”, contestó él. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate enseguida y escribe cincuenta”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre contestó: “Le debo cien medidas de aceite de oliva”. Entonces el administrador le dijo: “Toma la factura y cámbiala a cincuenta medidas”. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Cuánto debes a mi patrón? Le contestó: 'Cien barriles de aceite. Le dijo el administrador: 'Toma tu recibo, siéntate y escribe en seguida cincuenta. La Biblia Textual 3a Edicion Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate° y escribe rápido cincuenta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste contestó: 'Cien medidas de aceite'. Entonces le dijo él: 'Pues toma tu recibo, siéntate ahí y escribe en seguida que son cincuenta.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, y siéntate pronto, y escribe cincuenta. |
»Al atardecer, el dueño del viñedo ordenó a su capataz: “Llama a los obreros y págales su salario, comenzando por los últimos contratados hasta llegar a los primeros”.
Y, si con lo ajeno no han sido fieles, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece?
»Llamó entonces a cada uno de los que debían algo a su amo. Al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi amo?”.
Luego preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto debes?”. “Cien bultos de trigo”, contestó. El administrador le dijo: “Toma tu factura y escribe ochenta”.
Por eso les digo que se valgan de las riquezas deshonestas para ganar amigos, a fin de que cuando estas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas.
Había allí seis tinajas de piedra, de las que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada una cabían unos cien litros.
No deben robarles, sino demostrar que son dignos de toda confianza, para que en todo hagan honor a la enseñanza de Dios nuestro Salvador.