¿No saben que el Señor, Dios de Israel, concedió para siempre el reino de Israel a David y a sus descendientes mediante un pacto perpetuo?
Levítico 2:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Todas las ofrendas de cereal las sazonarán con sal, y no dejarán que falte la sal del pacto de su Dios. A todas las ofrendas deberán ponerles sal. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal. Biblia Nueva Traducción Viviente Sazona con sal todas tus ofrendas de grano, para acordarte del pacto eterno de Dios. Nunca te olvides de poner sal a las ofrendas de grano. Biblia Católica (Latinoamericana) pues así como la alianza con tu Dios es alianza de sal, también estará la sal en tus ofrendas: todas serán saladas. La Biblia Textual 3a Edicion Sazonarás con sal todo presente de tu ofrenda vegetal, y nunca dejarás que la sal del pacto de tu Dios falte de tu ofrenda. En toda ofrenda tuya presentarás sal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sazonarás con sal cualquier oblación que ofrezcas y no tolerarás que a tu oblación le falte la sal de la alianza de tu Dios: en todas tus ofrendas ofrecerás sal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sazonarás con sal toda ofrenda de tu presente; y no harás que falte jamás de tu presente la sal del pacto de tu Dios: en toda ofrenda tuya ofrecerás sal. |
¿No saben que el Señor, Dios de Israel, concedió para siempre el reino de Israel a David y a sus descendientes mediante un pacto perpetuo?
Pueden darle cien talentos de plata, cien coros de trigo, cien batos de vino, cien batos de aceite y toda la sal que requiera.
y mezcla todo esto para hacer un incienso aromático, como lo hacen los fabricantes de perfumes. Agrégale sal a la mezcla, para que sea un incienso puro y sagrado.
en presencia del Señor. Los sacerdotes los rociarán con sal y los ofrecerán como holocausto al Señor.
Yo, el Señor, te entrego todas las contribuciones sagradas que los israelitas me presentan. Son tuyas, y de tus hijos e hijas que vivan contigo, como estatuto perpetuo. Este es un pacto perpetuo que hago contigo y con tus descendientes».
»Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo lo recobrará? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.
Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.