Ese mismo día, Gad volvió adonde estaba David y le dijo: «Sube y construye un altar para el Señor en el lugar donde Arauna el jebuseo limpia el trigo».
Jueces 21:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Al día siguiente el pueblo se levantó de madrugada, construyó allí un altar, y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y al día siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Temprano a la mañana siguiente, el pueblo construyó un altar y allí presentó sus ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Biblia Católica (Latinoamericana) Al día siguiente, se levantó el pueblo muy temprano; construyeron un altar y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión. La Biblia Textual 3a Edicion Y aconteció que al día siguiente, el pueblo madrugó, y edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al día siguiente se levantó el pueblo de madrugada, construyó allí un altar y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que al día siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz. |
Ese mismo día, Gad volvió adonde estaba David y le dijo: «Sube y construye un altar para el Señor en el lugar donde Arauna el jebuseo limpia el trigo».
Allí construyó un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Entonces el Señor tuvo piedad del país y se detuvo la plaga que estaba afligiendo a Israel.
Aquel mismo día el rey consagró la parte central del atrio, que está frente al Templo del Señor, y allí presentó los holocaustos, las ofrendas de cereales y la grasa de los sacrificios de comunión, ya que el altar de bronce que estaba ante el Señor era pequeño y no había espacio para todos estos sacrificios y ofrendas.
Volveré luego a mi morada hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con sinceridad».
sino que irán y lo buscarán en el lugar que, de entre todas las tribus, el Señor escoja como residencia de su Nombre.
Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que ofician en el santuario.
Entonces los israelitas, con todo el pueblo, subieron a Betel y allí se sentaron y lloraron en presencia del Señor. Ayunaron aquel día hasta el anochecer y presentaron al Señor holocaustos y sacrificios de comunión.
«Oh Señor, Dios de Israel —clamaban—, ¿por qué le ha sucedido esto a Israel? ¡Hoy ha desaparecido una de nuestras tribus!».
Entonces Gedeón construyó allí un altar al Señor y lo llamó «El Señor es la paz», el cual hasta el día de hoy se encuentra en Ofra de Abiezer.
Luego, sobre la cima de este lugar de refugio, construye un altar apropiado para el Señor tu Dios. Toma entonces la leña del poste de Aserá que cortaste y ofrece el segundo novillo como un holocausto».
Luego regresaba a Ramá, donde residía, y desde allí lideraba a Israel. También allí erigió un altar al Señor.