Luego, a los jóvenes y ancianos que se agolparon contra la puerta de la casa los dejaron ciegos, de modo que ya no podían encontrar la puerta.
Juan 8:59 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió inadvertido del Templo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese momento, tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús desapareció de la vista de ellos y salió del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces tomaron piedras para lanzárselas, pero Jesús se ocultó y salió del Templo. La Biblia Textual 3a Edicion Tomaron entonces piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces tomaron piedras para lapidarle; pero Jesús se escondió y salió del templo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se encubrió, y salió del templo atravesando por en medio de ellos, y así pasó. |
Luego, a los jóvenes y ancianos que se agolparon contra la puerta de la casa los dejaron ciegos, de modo que ya no podían encontrar la puerta.
Además, todo el que pronuncie el nombre del Señor al maldecir será condenado a muerte. Toda la asamblea lo apedreará. Sea extranjero o nativo, si pronuncia el Nombre al maldecir, será condenado a muerte.
Por eso Jesús ya no andaba en público entre los judíos. Se retiró más bien a una región cercana al desierto, a un pueblo llamado Efraín, donde se quedó con sus discípulos.
—Rabí —objetaron ellos—, hace muy poco los judíos intentaron apedrearte, ¿y todavía quieres volver allá?
Mientras tengan la luz, crean en ella para que sean hijos de la luz. Cuando terminó de hablar, Jesús se fue y se escondió de ellos.
—Pues llévenselo ustedes y júzguenlo según su propia ley —les dijo Pilato. —Nosotros no tenemos ninguna autoridad para ejecutar a nadie —objetaron los judíos.
El que había sido sanado no tenía idea de quién era, porque Jesús se había escabullido entre la mucha gente que había en el lugar.
Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él,
David se angustió, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el Señor su Dios.