Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: »“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor de los Ejércitos—.
Juan 2:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Entonces, haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos del Templo, juntamente con sus ovejas y sus bueyes; regó por el suelo las monedas de los que cambiaban dinero y derribó sus mesas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús se hizo un látigo con unas cuerdas y expulsó a todos del templo. Echó las ovejas y el ganado, arrojó por el suelo las monedas de los cambistas y les volteó las mesas. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo junto con las ovejas y bueyes; derribó las mesas de los cambistas y desparramó el dinero por el suelo. La Biblia Textual 3a Edicion Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, con las ovejas y los bueyes, y desparramó las monedas de los cambistas, y volcó las mesas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hizo entonces un látigo de cuerdas y los arrojó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y desparramó el dinero de los cambistas, y trastornó las mesas; |
Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: »“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor de los Ejércitos—.
Jesús entró en el Templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas.
Y en el Templo halló a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y también a otros que, instalados en sus mesas, cambiaban dinero.
A los que vendían las palomas les dijo: —¡Saquen esto de aquí! ¡No conviertan la casa de mi Padre en un mercado!
Así que los soldados cortaron las amarras del bote salvavidas y lo dejaron caer al agua.
Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.