¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás tan angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
Juan 14:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 »No se angustien. Confíen en Dios y confíen también en mí. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. Biblia Nueva Traducción Viviente »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. Biblia Católica (Latinoamericana) No se turben; crean en Dios y crean también en mí. La Biblia Textual 3a Edicion No se turbe vuestro corazón; creed° en Dios, creed también en mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Que no se turbe vuestro corazón: creéis en Dios, pues creed también en mí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. |
¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás tan angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
Y me pongo a pensar: «Esto es lo que me duele: que haya cambiado la diestra del Altísimo».
Al ver llorar a María y a los judíos que la habían acompañado, Jesús se turbó y se conmovió profundamente.
»Ahora mi alma está angustiada, ¿y acaso voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido!
«El que cree en mí —clamó Jesús con voz fuerte—, cree no solo en mí, sino en el que me envió.
»Digo esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda crean que yo soy.
Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán para que su alegría sea completa.
para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.
Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que ve al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
Más bien debieran perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la excesiva tristeza.
Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los creyentes,
que no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros, que digan: «¡Ya llegó el día del Señor!».
Por medio de él ustedes creen en Dios, que lo resucitó y glorificó, de modo que su fe y su esperanza están puestas en Dios.