¿Eres tú quien lo hace saltar como langosta, con su orgulloso resoplido que infunde terror?
Joel 2:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Al saltar sobre las cumbres de los montes, producen un estruendo como el de carros de guerra, como el crepitar del fuego al consumir la hojarasca. ¡Son como un ejército poderoso en formación de batalla! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Biblia Nueva Traducción Viviente Mírenlos saltar a lo largo de las cumbres. Escuchen el estruendo que producen, como el retumbar de carros de guerra, como el rugir del fuego que arrasa los campos de hierba seca o el despliegue de un poderoso ejército en batalla. Biblia Católica (Latinoamericana) Es como el estruendo de carros, como el sonido de la llama de fuego que devora la paja seca. Son como un ejército poderoso en orden de batalla. La Biblia Textual 3a Edicion Su estrépito, de carros que rebotan por la serranía, Con el crepitar de llamas de fuego que devoran la hojarasca, Como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Biblia Serafín de Ausejo 1975 como estrépito de carros que rebotan en las cumbres de los montes, como el crepitar del fuego que devora la paja, como pueblo aguerrido dispuesto al combate. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de las montañas; como sonido de llama de fuego que devora el rastrojo, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. |
¿Eres tú quien lo hace saltar como langosta, con su orgulloso resoplido que infunde terror?
Fue así como el pueblo se esparció por todo Egipto para recoger hierba seca y usarla en lugar de paja.
El Señor hará oír su majestuosa voz; su brazo descenderá con rugiente ira y llama de fuego consumidor; con aguacero, tormenta y granizo.
Por eso, así como las lenguas de fuego devoran la paja y el pasto seco se consume en las llamas, su raíz se pudrirá y, como el polvo, se disipará su flor. Porque han rechazado la Ley del Señor de los Ejércitos y han desdeñado la palabra del Santo de Israel.
Empuñan el arco y la lanza; son crueles y no tienen compasión. Lanzan gritos como bramidos del mar y cabalgan sobre sus corceles. ¡Vienen contra ti, hija de Babilonia, alineados para la batalla como un solo hombre!
Tiene el aventador en la mano y limpiará su era recogiendo el trigo en su granero. La paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará».
Llevaban coraza como de hierro y el ruido de sus alas se escuchaba como el estruendo de carros de muchos caballos que se lanzan a la batalla.