David se dirigió a Majanayin y Absalón lo siguió, cruzando el Jordán con todos los israelitas.
Génesis 32:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Al verlos, exclamó: «¡Este es el campamento de Dios!». Por eso llamó a ese lugar Majanayin. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim. Biblia Nueva Traducción Viviente Al verlos, Jacob exclamó: «¡Este es el campamento de Dios!». Por eso llamaron a aquel lugar Mahanaim. Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob, por su parte, siguió su camino y le salieron al encuentro Angeles de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando los vio, dijo Jacob: Este es el campamento de ’Elohim, y llamó el nombre de aquel lugar Majanáyim.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jacob prosiguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Jacob cuando los vio: El campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim. |
David se dirigió a Majanayin y Absalón lo siguió, cruzando el Jordán con todos los israelitas.
Abner, hijo de Ner, salió de Majanayin con las tropas de Isboset, hijo de Saúl, y llegó a Gabaón.
Entretanto, Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, llevó a Isboset, hijo de Saúl, a la ciudad de Majanayin.
»También encárgate de Simí, hijo de Guerá, ese benjamita de Bajurín que me lanzó terribles maldiciones cuando me dirigía a Majanayin. Es cierto que, cuando fue al Jordán a recibirme, le juré por el Señor que no lo condenaría a muerte.
Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea». El Señor así lo hizo y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
Y cada día se le unían más soldados a David, hasta que llegó a tener un ejército grande, como un ejército de Dios.
Bendigan al Señor, todos sus ejércitos, siervos suyos que cumplen su voluntad.
¿Quién es este Rey de la gloria? Es el Señor de los Ejércitos; ¡él es el Rey de la gloria! Selah
El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos.
Vuelve, Sulamita, vuelve; vuélvete a nosotros, ¡queremos contemplarte! ¿Y por qué han de contemplar a la Sulamita, como en las danzas de los campamentos?
Y me preguntó: “¿Sabes por qué he venido a verte? Pues porque debo volver a pelear contra el príncipe de Persia. Y, cuando termine de luchar con él, hará su aparición el príncipe de Grecia.
De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:
De la tribu de Gad se les asignaron cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo: Ramot de Galaad (ciudad de refugio para los acusados de homicidio), Majanayin,
—¡De ninguno! —respondió—. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor. Entonces Josué se postró rostro en tierra y preguntó: —¿Qué órdenes trae usted, mi Señor, para este siervo suyo?