Saray, la esposa de Abram, no le había dado hijos. Pero como tenía una esclava egipcia llamada Agar,
Génesis 21:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pero Sara se dio cuenta de que el hijo que Agar, la egipcia, había dado a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Sara vio que Ismael —el hijo de Abraham y de su sierva egipcia Agar— se burlaba de su hijo Isaac. Biblia Católica (Latinoamericana) Sara vio que el hijo que la egipcia Agar había dado a Abrahán, se burlaba de su hijo Isaac, La Biblia Textual 3a Edicion Pero Sara vio que el hijo que Abraham había tenido de Agar la egipcia, se burlaba.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vio Sara que el hijo de Agar, la egipcia, el que ésta había dado a Abrahán, estaba jugando con su hijo Isaac, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vio Sara al hijo de Agar la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, que se burlaba. |
Saray, la esposa de Abram, no le había dado hijos. Pero como tenía una esclava egipcia llamada Agar,
En cuanto a Ismael, ya te he escuchado. Yo lo bendeciré, lo haré fecundo y le daré una descendencia numerosa. Él será el padre de doce gobernantes. Haré de él una nación muy grande.
El niño Isaac creció y fue destetado. Ese mismo día, Abraham hizo un gran banquete.
Los mensajeros recorrieron toda la región de Efraín y Manasés de ciudad en ciudad, hasta llegar a la región de Zabulón; pero la gente se reía y se burlaba de ellos.
Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, tenían en poco sus palabras, y se mofaban de sus profetas. Por fin, el Señor desató su ira contra el pueblo y ya no hubo remedio.
»¡Y ahora resulta que de mí se burlan jovencitos a cuyos padres no habría puesto ni con mis perros ovejeros!
Pero yo, gusano soy y no hombre; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.
Mortal agonía me penetra hasta los huesos cuando mis adversarios me insultan, preguntándome a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?».
Despide al insolente, se irá la discordia y cesarán los pleitos y los insultos.
Jerusalén trae a la memoria los tristes días de su peregrinaje; se acuerda de todos los tesoros que en el pasado fueron suyos. Cuando su pueblo cayó en manos enemigas nadie acudió en su ayuda. Sus enemigos vieron su caída y se burlaron de ella.
¿Acaso no está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre?
Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora.
Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles.