Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: —Ya que ustedes son tantos, escojan uno de los novillos y prepárenlo primero. Invoquen luego el nombre de su dios, pero no prendan fuego.
Éxodo 8:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Moisés respondió: —Dime cuándo quieres que ruegue por ti, por tus funcionarios y por tu pueblo. Las ranas se quedarán solo en el Nilo. Así tú y tus casas se librarán de ellas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Tú fija la hora! —respondió Moisés—. Dime cuándo quieres que ore por ti, por tus funcionarios y por tu gente. Entonces tú y tus casas se librarán de las ranas, y estas quedarán solo en el río Nilo. Biblia Católica (Latinoamericana) y Yavé cumplió la promesa de Moisés: todas las ranas salieron de las casas, de las granjas y de los campos, y murieron. La Biblia Textual 3a Edicion Y Moisés dijo a Faraón: Dígnate señalarme para cuándo he de suplicar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas se quiten de ti y de tus casas, y sean dejadas sólo en el Nilo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escuchó Yahveh la petición de Moisés, y murieron las ranas en las casas, en las granjas y en los campos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Moisés a Faraón: Gloríate sobre mí: ¿cuándo debo orar por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti, y de tus casas, y que solamente se queden en el río? |
Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: —Ya que ustedes son tantos, escojan uno de los novillos y prepárenlo primero. Invoquen luego el nombre de su dios, pero no prendan fuego.
—Mañana mismo —contestó el faraón. —Así se hará —respondió Moisés—, para que reconozcas que no hay ninguno como el Señor nuestro Dios.
Las ranas se apartarán de ti y de tus casas, de tus funcionarios y de tu pueblo, y se quedarán únicamente en el Nilo.
Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: —Ruéguenle al Señor que aleje las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré ir al pueblo para que le ofrezca sacrificios.
¿Puede acaso gloriarse el hacha más que el que la maneja o jactarse la sierra contra quien la usa? ¡Como si pudiera el bastón manejar a quien lo tiene en la mano o la frágil vara pudiera levantar a quien pesa más que la madera!
El Señor dijo a Gedeón: «Tienes demasiada gente para que yo entregue a Madián en sus manos. A fin de que Israel no vaya a jactarse contra mí y diga que su propia fortaleza lo ha librado,