»¿Qué es el hombre a quien das tanta importancia, que tanta atención le concedes,
Éxodo 7:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Como si nada hubiera pasado, se dio media vuelta y regresó a su palacio. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Faraón se volvió y fue a su casa, y no dio atención tampoco a esto. Biblia Nueva Traducción Viviente El faraón regresó a su palacio y no le prestó más atención al asunto. Biblia Católica (Latinoamericana) Faraón volvió a su casa como si no hubiera ocurrido nada importante. La Biblia Textual 3a Edicion Regresó Faraón y fue a su casa, y tampoco prestó atención° a eso. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Faraón se volvió y entró en su casa, sin prestar atención tampoco a esto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tornando Faraón se volvió a su casa, y no puso su corazón tampoco en esto. |
»¿Qué es el hombre a quien das tanta importancia, que tanta atención le concedes,
No confíen en la extorsión ni se hagan ilusiones con sus rapiñas; y aunque se multipliquen sus riquezas, no pongan el corazón en ellas.
Sin embargo, mediante sus artes secretas los magos egipcios hicieron lo mismo, de modo que el corazón del faraón se endureció y, tal como el Señor lo había advertido, no hizo caso ni a Aarón ni a Moisés.
Mientras tanto, todos los egipcios hacían pozos a la orilla del Nilo en busca de agua potable, porque no podían beber el agua del río.
Algunos funcionarios del faraón temieron la palabra del Señor y se apresuraron a poner bajo techo a sus esclavos y ganados,
pero otros no hicieron caso de la palabra del Señor y dejaron en el campo a sus esclavos y ganados.
Presta atención, escucha las palabras de los sabios y aplica mis enseñanzas.
¡Dichoso es el hombre que siempre respeta a Dios! Pero el obstinado caerá en la desgracia.
El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.
Levantada está, Señor, tu mano, pero ellos no la ven. ¡Que vean tu celo por el pueblo y sean avergonzados; que sean consumidos por el fuego destinado a tus enemigos!
Dijiste: “¡Por siempre seré la soberana!”. Pero no consideraste esto ni reflexionaste sobre su final.
Ni el rey ni los jefes que escucharon todas estas palabras tuvieron temor ni se rasgaron las vestiduras.
Señor, ¿acaso no buscan tus ojos la verdad? Golpeaste a esa gente y no les dolió, acabaste con ellos y no quisieron ser corregidos. Endurecieron su rostro más que una roca y no quisieron arrepentirse.
Aquel hombre me dijo: «Hijo de hombre, abre los ojos, escucha bien y presta atención a todo lo que estoy por mostrarte, pues para eso se te ha traído aquí. Anda luego y comunícale al pueblo de Israel todo lo que veas».
«¡Miren a las naciones! ¡Contémplenlas y quédense asombrados! Estoy por hacer en estos días una obra, que si se la contara, no la creerían.
Si no me hacen caso ni se deciden a honrar mi nombre —dice el Señor de los Ejércitos—, les enviaré una maldición y maldeciré sus bendiciones. Ya las he maldecido, porque ustedes no se han decidido a honrarme.
«Guarden en su corazón todo lo que les he declarado solemnemente este día, y digan a sus hijos que obedezcan fielmente todas las palabras de esta ley.
Al verla agonizante, las parteras que la atendían dijeron: «Anímate, que has dado a luz un niño». Ella no respondió; ni siquiera les hizo caso.