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Ester 2:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Ester no reveló a qué pueblo pertenecía ni sus antecedentes familiares, porque Mardoqueo se lo había prohibido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ester no le había revelado a nadie su nacionalidad ni su trasfondo familiar porque Mardoqueo le había ordenado que no lo hiciera.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ester no había dicho a nadie cuál era su pueblo, quiénes eran sus padres, porque Mardoqueo se lo había prohibido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ester no declaró cuál era su pueblo ni su linaje, porque Mardoqueo le había ordenado que no lo declarara.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ester no había revelado ni su pueblo ni su origen, porque así se lo había ordenado Mardoqueo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Esther no declaró cuál era su pueblo ni su parentela; porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.

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Otras versiones



Ester 2:10
9 Referencias Cruzadas  

Este se paseaba diariamente frente al patio del harén para saber cómo le iba a Ester y cómo la trataban.


Ester, por su parte, continuó guardando en secreto sus antecedentes familiares y a qué pueblo pertenecía, tal como Mardoqueo había ordenado, ya que seguía cumpliendo las instrucciones de Mardoqueo como cuando estaba bajo su cuidado.


Mardoqueo tenía una prima llamada Jadasá. Esta joven, conocida también como Ester, a quien había criado porque era huérfana de padre y madre, tenía una figura atractiva y era muy hermosa. Al morir sus padres, Mardoqueo la adoptó como su hija.


Entonces Amán dijo al rey Asuero: —Hay cierto pueblo disperso y separado entre los pueblos de todas las provincias del reino, cuyas leyes y costumbres son diferentes de las de todos los demás. ¡No obedecen las leyes del reino y a Su Majestad no le conviene tolerarlos!


Porque a mí y a mi pueblo se nos ha vendido para exterminio, muerte y aniquilación. Si solo se nos hubiera vendido como esclavos, yo me habría quedado callada, pues tal angustia no sería motivo suficiente para inquietar a Su Majestad.


¡Presten atención! Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas.


Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo.


Y bajó al lugar donde se limpia el trigo e hizo todo lo que su suegra había mandado.