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Esdras 3:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

A pesar del miedo que tenían de los pueblos vecinos, colocaron el altar en su mismo sitio. Y todos los días, por la mañana y por la tarde, ofrecían holocaustos al Señor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y colocaron el altar sobre su base, porque tenían miedo de los pueblos de las tierras, y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, holocaustos por la mañana y por la tarde.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

A pesar de que tenían miedo de los lugareños, reconstruyeron el altar en su sitio original. Luego, cada mañana y cada tarde, comenzaron a sacrificar ofrendas quemadas al Señor sobre el altar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

A pesar del miedo a los paganos, se reconstruyó el altar en el mismo lugar y se ofrecieron en él holocaustos en honor de Yavé: el holocausto de la mañana y el de la tarde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así, aunque estaban con temor de las poblaciones del país, erigieron el altar sobre su base e hicieron subir sobre él holocaustos a YHVH: holocaustos por la mañana y por la tarde.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Erigieron el altar sobre sus cimientos, a pesar del temor que les inspiraban los habitantes del país, y ofrecieron en él holocaustos a Yahveh, los holocaustos de la mañana y de la tarde.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y asentaron el altar sobre sus bases, aunque tenían miedo de los pueblos de las tierras; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, holocaustos a la mañana y a la tarde.

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Otras versiones



Esdras 3:3
11 Referencias Cruzadas  

para que sobre el altar ofrecieran constantemente los holocaustos al Señor, en la mañana y en la tarde, tal como está escrito en la Ley que el Señor había ordenado a Israel.


Él mandó a hacer un altar de bronce que medía veinte codos de largo por veinte de ancho y diez de alto.


Entonces los habitantes de la región comenzaron a desanimar e intimidar a los de Judá para que abandonaran la reconstrucción.


Ciro, pues, ordenó a Sesbasar que tomara esos utensilios y los devolviera al Templo de Jerusalén y que reedificara en el mismo sitio el templo de Dios.


El lugar del fuego del altar era un cuadrado perfecto de doce codos de largo por doce codos de ancho.