y le preguntó: —Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas? —Estoy huyendo de mi dueña Saray —respondió ella.
Apocalipsis 7:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Entonces uno de los ancianos me preguntó: —Esos que están vestidos de blanco, ¿quiénes son y de dónde vienen? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces uno de los veinticuatro ancianos me preguntó: —¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco? ¿De dónde vienen? Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: 'Esos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde vienen?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces uno de los ancianos tomó la palabra° y me preguntó: ¿Quiénes son y de dónde vienen éstos vestidos con ropas blancas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de los ancianos tomó la palabra y me dijo: 'Estos que están vestidos de túnicas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondió uno de los ancianos, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? |
y le preguntó: —Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas? —Estoy huyendo de mi dueña Saray —respondió ella.
Entonces me acerqué a uno de los que estaban allí, y le pregunté el verdadero significado de todo esto. »Y esta fue su interpretación:
Por eso Jesús, que seguía enseñando en el Templo, exclamó: —¡Conque ustedes me conocen y saben de dónde vengo! No he venido por mi propia cuenta, sino que me envió uno que es digno de confianza. Ustedes no lo conocen,
Al ver esto, Pedro dijo: «Pueblo de Israel, ¿por qué les sorprende lo que ha pasado? ¿Por qué nos miran como si, por nuestro propio poder o devoción, hubiéramos hecho caminar a este hombre?
»Sin embargo, tienes en Sardis a unos cuantos que no se han manchado la ropa. Ellos, por ser dignos, andarán conmigo vestidos de blanco.
los veinticuatro ancianos se postraban ante él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos. Y deponían sus coronas delante del trono exclamando:
Rodeaban al trono otros veinticuatro tronos en los que estaban sentados veinticuatro ancianos vestidos de blanco y con una corona de oro en la cabeza.
Luego miré y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era millares de millares y millones de millones.
Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos».
Después de esto miré y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de ropas blancas y con ramas de palma en la mano.
La mujer fue adonde estaba su esposo y dijo: «Un hombre de Dios vino adonde yo estaba. Por su aspecto imponente, parecía un ángel de Dios. Ni yo le pregunté de dónde venía ni él me dijo cómo se llamaba.