Cuando David llegó a la cumbre del monte, donde se adoraba a Dios, se encontró con Husay, el arquita, que en señal de duelo llevaba las vestiduras rasgadas y la cabeza cubierta de tierra.
2 Samuel 16:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Entonces Husay, el arquita amigo de David, fue a ver a Absalón y exclamó: —¡Viva el rey! ¡Viva el rey! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Aconteció luego, que cuando Husai arquita, amigo de David, vino al encuentro de Absalón, dijo Husai: ¡Viva el rey, viva el rey! Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó Husai el arquita, el amigo de David, enseguida fue a ver a Absalón. —¡Viva el rey! —exclamó—. ¡Viva el rey! Biblia Católica (Latinoamericana) Jusaí el arquita, consejero de David, fue a presentarse a Absalón, le dijo: '¡Viva el rey! ¡Viva el rey!' La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando Husai arquita, el amigo de David, llegó ante Absalón, Husai dijo a Absalón: ¡Viva el rey! ¡Viva el rey! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jusay, el arquita, amigo de David, se presentó a Absalón y le dijo: '¡Viva el rey! ¡Viva el rey!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que cuando Husai arquita, amigo de David, llegó a donde estaba Absalón, Husai dijo a Absalón: Viva el rey, viva el rey. |
Cuando David llegó a la cumbre del monte, donde se adoraba a Dios, se encontró con Husay, el arquita, que en señal de duelo llevaba las vestiduras rasgadas y la cabeza cubierta de tierra.
Es mejor que regreses a la ciudad y le digas a Absalón: “Majestad, estoy a su servicio. Antes fui siervo de su padre, pero ahora lo soy de usted”. De ese modo podrás ayudarme a desbaratar los planes de Ajitofel.
Husay, que era amigo de David, llegó a Jerusalén en el momento en que Absalón entraba en la ciudad.
Pregunto esto porque él ha ido hoy a sacrificar una gran cantidad de toros, terneros engordados y ovejas. Además, ha invitado a todos los hijos del rey, a los comandantes del ejército y al sacerdote Abiatar; allí están todos ellos comiendo y bebiendo y gritando en su presencia: “¡Viva el rey Adonías!”.
para que el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey de Israel. Toquen luego la trompeta y griten: “¡Viva el rey Salomón!”.
Azarías, hijo de Natán, encargado de los gobernadores; Zabud, hijo de Natán, sacerdote y consejero personal del rey;
Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le puso la corona y le entregó una copia del pacto. Luego lo ungieron, y todos aplaudieron, gritando: «¡Viva el rey!».
Los astrólogos respondieron en arameo: —¡Que viva el rey por siempre! Cuente el sueño a sus siervos y nosotros daremos su interpretación.
Al oír el alboroto que hacían el rey y sus nobles, la reina misma entró en la sala del banquete y exclamó: —¡Que viva Su Majestad por siempre! ¡Y no se alarme ni se ponga pálido!
Entonces esos administradores y sátrapas fueron de común acuerdo al rey y dijeron: —¡Que viva para siempre el rey Darío!
Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: —¡Hosanna al Hijo de David! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Hosanna en las alturas!
Dijo entonces Samuel a todo el pueblo: —¡Miren al hombre que el Señor ha escogido! ¡No hay nadie como él en todo el pueblo! —¡Viva el rey! —exclamaron todos.