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1 Samuel 26:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

En cuanto a mí, ¡que el Señor me libre de alzar la mano contra su ungido! Solo toma la lanza y el jarro de agua que están a su cabecera, y vámonos de aquí.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la vasija de agua, y vámonos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡El Señor me libre de que mate al que él ha ungido! Pero toma su lanza y la jarra de agua que están junto a su cabeza y ¡luego vámonos de aquí!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero no pongas la mano encima del ungido de Yavé. Tan sólo toma la lanza que está a su lado y la cantimplora de agua, y vámonos'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero ¡líbreme YHVH de extender mi mano contra el ungido de YHVH! Toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la vasija del agua, y vámonos de aquí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero líbreme Yahveh de poner mi mano sobre el ungido de Yahveh. Toma ahora la lanza que está a su cabecera y el jarro de agua, y vámonos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Guárdeme Jehová que yo extienda mi mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la botija de agua y vámonos.

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Otras versiones



1 Samuel 26:11
11 Referencias Cruzadas  

—¿Y cómo te atreviste a alzar la mano para matar al ungido del Señor? —reclamó David.


David, por su parte, dijo: —¡Que tu sangre caiga sobre tu cabeza! Tu boca misma te condena al admitir que mataste al ungido del Señor.


David respondió: —Hijos de Sarvia, esto no es asunto de ustedes, sino mío. Están actuando como si fueran mis adversarios. ¿Cómo va a morir hoy alguien del pueblo, cuando precisamente en este día vuelvo a ser rey de Israel?


a pesar de lo que hace la otra gente, pues yo cumplo con tu palabra! Del camino de la violencia


No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos.


No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.


No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.


Aquí me tienen. Pueden acusarme en la presencia del Señor y de su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un asno? ¿A quién he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿Por quién me he dejado sobornar? Acúsenme y pagaré lo que corresponda.


¡Que el Señor juzgue entre nosotros dos! ¡Y que el Señor me vengue de usted! Pero mi mano no se alzará contra usted.


y estos dijeron: —En verdad, hoy se cumple la promesa que te hizo el Señor cuando te dijo: “Yo pondré a tu enemigo en tus manos, para que hagas con él lo que mejor te parezca”. David se levantó sin hacer ruido y cortó el borde del manto de Saúl.


y dijo a sus hombres: —¡Que el Señor me libre de hacerle al rey lo que ustedes sugieren! No puedo alzar la mano contra él, porque es el ungido del Señor.