Amós respondió a Amasías: —Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que soy pastor y cultivo higos silvestres.
1 Samuel 10:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Los que desde antes lo conocían, al verlo profetizar junto con los profetas, se preguntaban unos a otros: —¿Qué le pasa a Saúl, hijo de Quis? ¿Acaso él también es uno de los profetas? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando todos los que le conocían antes vieron que profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los que conocían a Saúl se enteraron de lo sucedido, exclamaron: «¿Qué? ¿Hasta Saúl es profeta? ¿Cómo se convirtió el hijo de Cis en profeta?». Biblia Católica (Latinoamericana) Al verlo que profetizaba junto con los profetas, todos los que lo conocían de antes se decían unos a otros: '¿Qué le pasó al hijo de Quis? ¿Así que Saúl entró a los profetas?' La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando todos los que lo conocían anteriormente vieron que ahora profetizaba con los profetas, los del pueblo se decían unos a otros: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿También Saúl entre los profetas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y todos los que lo conocían de antes, al verlo arrebatado de entusiasmo en medio de los profetas, se preguntaban unos a otros: '¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl entre los profetas?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que, cuando todos los que le conocían antes, vieron como profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué ha sucedido al hijo de Cis? ¿También Saúl entre los profetas? |
Amós respondió a Amasías: —Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que soy pastor y cultivo higos silvestres.
Pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”.
Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó este tantos conocimientos sin haber estudiado?».
lo reconocieron como el mismo hombre que acostumbraba a pedir limosna sentado junto a la puerta del Templo llamada Hermosa, entonces se llenaron de admiración y asombro por lo que le había ocurrido.
Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús.
Todos los que le oían quedaban asombrados y preguntaban: «¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?».
Luego se quitó la ropa y, desnudo y en el suelo, estuvo en trance en presencia de Samuel todo el día y toda la noche. De ahí viene el dicho: «¿Acaso también Saúl es uno de los profetas?».