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Números 24:4 - Biblia Martin Nieto

oráculo del que oye la palabra de Dios. Ve lo que el todopoderoso le hace ver, cae en éxtasis y se abren sus ojos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Dijo el que oyó los dichos de Dios, El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

el mensaje del que oye las palabras de Dios, del que ve una visión que proviene del Todopoderoso, y se inclina con los ojos abiertos:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

oráculo del que escucha las palabras de Dios, que ve lo que el Dios de la Estepa le da a ver, que se postra, y Dios le abre los ojos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Oráculo del que oye los dichos de Dios, Que contempla la visión de ’El- Shadday, Caído, pero con los ojos abiertos:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

oráculo del que oye las palabras de Dios, del que ve la visión de Sadday, del que, al caer, se le abren los ojos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dijo el que oyó las palabras de Dios, el que vio la visión del Todopoderoso, cayendo en éxtasis, pero con sus ojos abiertos:

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Otras versiones



Números 24:4
20 Referencias Cruzadas  

Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.


Cuando el sol estaba ya para ponerse, cayó sobre Abrán un sueño profundo y le envolvió una oscuridad terrorífica.


'He visto a todo Israel disperso por los montes como rebaño sin pastor. Y el Señor decía: Éstos no tienen dueño. Que cada uno vuelva en paz a su casa'.


El mismo Señor es nuestro escudo, el santo de Israel es nuestro rey.


semejante al arco iris que aparece en las nubes en un día de lluvia; tal era el fulgor que despedía. Esta visión era como la imagen de la gloria del Señor. A su vista yo caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba.


El Señor les dijo: 'Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, yo me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños.


Dios se apareció a Balaán durante la noche y le dijo: '¿No han venido estas gentes a llamarte? Levántate y vete con ellos, pero no hagas más que lo que yo te diga'.


El Señor abrió los ojos de Balaán y vio al ángel del Señor apostado en el camino con la espada desenvainada en la mano. Balaán se inclinó y se postró en tierra.


Y pronunció esta profecía: 'Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de mirada penetrante;


¡Qué bellas son tus tiendas, Jacob; qué bellas tus moradas, Israel!


Tuvo hambre y quiso comer algo; y mientras le preparaban de comer, tuvo un éxtasis:


Pedro seguía pensando en la visión; el Espíritu Santo le dijo: 'Ahí te buscan tres hombres;


Cuando volví a Jerusalén, estando yo orando en el templo, fui arrebatado en éxtasis


Caí en éxtasis el día del Señor y oí detrás de mí una voz potente como de trompeta,


Al verle, caí a sus pies como muerto; pero él me tocó con su mano derecha, y me dijo: 'No tengas miedo; soy yo, el primero y el último, el viviente;


Allí se despojó también él de sus vestidos y profetizó en presencia de Samuel; después cayó desnudo en tierra y estuvo así todo el día y toda la noche. De ahí viene el dicho: '¿También Saúl entre los profetas?'.