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Levítico 9:3 - Biblia Martin Nieto

Y dirás a los israelitas: Tomad un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, un becerro y un cordero primales y sin defecto para el holocausto;

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y a los hijos de Israel hablarás diciendo: Tomad un macho cabrío para expiación, y un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para holocausto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego diles a los israelitas: “Tomen un chivo como ofrenda por el pecado, y también tomen un ternero y un cordero, ambos de un año y sin defecto, para una ofrenda quemada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Luego hablarás a los hijos de Israel para decirles: Tomen un macho cabrío para el sacrificio por el pecado y un ternero y un cordero, ambos de un año y sin defecto, para el holocausto;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Tomad, de entre las cabras, un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y un becerro y un cordero añales y sin defecto para el holocausto,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y dirás a los israelitas: 'Tomad un macho cabrío para el sacrificio por el pecado; un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para el holocausto;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Tomad un macho cabrío para ofrenda por el pecado, y un becerro y un cordero de un año, sin defecto, para holocausto;

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Otras versiones



Levítico 9:3
22 Referencias Cruzadas  

Ellos tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito y tiñeron la túnica con la sangre.


Éstos se comprometieron bajo juramento a despedir a sus mujeres; y para reparar su culpa ofrecieron un carnero en sacrificio por el pecado.


Ofrecieron para la dedicación de este templo de Dios cien novillos, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y, como sacrificio por el pecado de todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel.


El cordero ha de ser sin defecto, macho, de un año; podrá ser cordero o cabrito.


Pero el Señor quiso destrozarlo con padecimientos. Si él ofrece su vida por el pecado, verá descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá gracias a él.


Moisés buscó y rebuscó entonces el macho cabrío del sacrificio por el pecado, y resultó que había sido quemado. Se indignó con Eleazar e Itamar, hijos de Aarón, y les dijo:


Cumplidos los días de su purificación, ya sea de varón o de hembra, presentará ante el sacerdote, a la entrada de la tienda de la reunión, un cordero primal como holocausto y un pichón o una tórtola en sacrificio por el pecado.


El día octavo tomará dos corderos sin defecto, una cordera de un año sin defecto, trece kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda y medio litro de aceite.


Inmolará entonces el macho cabrío destinado para el sacrificio por el pecado del pueblo, llevará su sangre detrás del velo y hará con ella lo mismo que hizo con la sangre del novillo, rociándola sobre el propiciatorio y delante de él:


Recibirá de la comunidad de los israelitas dos machos cabríos para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto.


y el día que hayáis presentado la gavilla presentaréis, como holocausto en honor del Señor, un cordero de un año sin defecto;


cuando le hayan hecho caer en la cuenta del pecado cometido, presentará como ofrenda un macho cabrío sin defecto.


Si el que peca es el sacerdote consagrado por la unción, haciendo así culpable a todo el pueblo, ofrecerá al Señor por el pecado cometido un novillo sin defecto como sacrificio por el pecado.


y dijo a Aarón: 'Toma un becerro para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto, los dos sin defecto, y preséntalos delante del Señor.


y un toro y un carnero para el sacrificio de reconciliación, para inmolarlos delante del Señor, y una ofrenda amasada con aceite, porque el Señor se os va a aparecer hoy'.


En efecto, lo que la ley era incapaz de hacer, debido a los bajos instintos del hombre, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador, como sacrificio por el pecado y para condenar el pecado en su misma naturaleza humana.


Al que no conoció pecado, le hizo pecado en lugar nuestro, para que nosotros seamos en él justicia de Dios.


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


él que llevó en su propio cuerpo nuestros pecados sobre la cruz para que, muertos para el pecado, vivamos para la justicia: por sus heridas hemos sido curados.


Pues también Cristo murió una vez por los pecados el justo por los injustos, con el fin de llevarnos a Dios. Sufrió la muerte corporal, pero fue devuelto a la vida espiritual;


Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.