Esaú dijo a su padre: '¿No tienes más que una sola bendición? Bendíceme también a mí, padre mío'. Y alzó la voz y lloró.
Jueces 21:2 - Biblia Martin Nieto El pueblo fue a Betel y estuvo allí hasta la tarde ante Dios, levantando su voz y haciendo gran llanto, y decían: Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vino el pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la noche en presencia de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el pueblo de Israel fue a Betel y permaneció en presencia de Dios hasta la noche, llorando amargamente en voz alta. Biblia Católica (Latinoamericana) Se reunieron en Betel y permanecieron ante Yavé hasta la tarde con gritos y grandes lamentaciones. Decían: La Biblia Textual 3a Edicion Y el pueblo llegó a Bet-’El, y allí permanecieron ante ’Elohim hasta la tarde, y alzando la voz prorrumpieron en gran llanto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vino luego el pueblo a Betel, donde permaneció en presencia de Dios hasta la tarde, llorando amargamente a voz en grito y Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino el pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la tarde delante de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: |
Esaú dijo a su padre: '¿No tienes más que una sola bendición? Bendíceme también a mí, padre mío'. Y alzó la voz y lloró.
Toda la comunidad israelita se reunió en Silo y establecieron allí la tienda de la reunión. El país les estaba sometido.
Cuando el ángel del Señor terminó de hablar, el pueblo se echó a llorar a gritos.
fueron a Betel para consultar a Dios: '¿Quién de nosotros subirá el primero a luchar contra los de Benjamín?'. El Señor respondió: 'Judá'.
Entonces los israelitas se hicieron fuertes y volvieron a presentar batalla en el mismo lugar del día anterior.
Entonces todo el ejército de Israel y todo el pueblo fueron a Betel y allí lloraron ante el Señor y ayunaron aquel día hasta la tarde y ofrecieron al Señor holocaustos y sacrificios de reconciliación.
Entre los habitantes de Galaad encontraron cuatrocientas vírgenes y las llevaron al campamento de Silo, en la tierra de Canaán.
'¿Por qué, oh Señor, Dios de Israel, ha pasado esto, que Israel haya sido privado de una de sus tribus?'.
Los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl y expusieron estas cosas al pueblo, y todo el pueblo se puso a gritar y a llorar.