Juan 21:12 - Biblia Martin Nieto Jesús les dijo: 'Venid y comed'. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: '¿Tú quién eres?', pues sabían que era el Señor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Ahora acérquense y desayunen!», dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: «¿Quién eres?». Todos sabían que era el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jesús les dijo: 'Vengan a desayunar'. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús les dice: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú quién eres? sabiendo que era° el Señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Díceles Jesús: 'Venid y almorzad'. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: '¿Tú, quién eres?', porque bien sabían que era el Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús les dijo: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos osaba preguntarle: ¿Tú, quién eres? Sabiendo que era el Señor. |
Pero ellos no entendían esta expresión; era para ellos tan oscura, que no podían entenderla; pero no se atrevían a decirle que se la aclarara.
Jesús se dio cuenta de que le querían preguntar algo, y les dijo: 'Andáis discutiendo sobre lo que acabo de decir: Un poco, y no me veréis; y otro poco, y me veréis.
Simón Pedro subió a la barca y sacó a tierra la red llena de ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar de ser tantos, no se rompió la red.
Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?'. Pedro le contestó: 'Sí, Señor, tú sabes que te amo'. Jesús le dijo: '¡Apacienta mis corderos!'.
En esto llegaron sus discípulos y se admiraron de que estuviera hablando con una mujer. Pero ninguno se atrevió a decirle qué le estaba preguntando o por qué estaba hablando con ella.
no a todo el pueblo, sino a los testigos elegidos de antemano por Dios, a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos;