La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh-Dios había hecho, dijo a la mujer: '¿Conque os ha dicho Dios: 'No comáis de ningún árbol del paraíso'?'.
2 Samuel 13:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Amnón tenía un amigo sumamente astuto, llamado Jonadab, hijo de Simá, hermano de David. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era hombre muy astuto. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Amnón tenía un amigo muy astuto, su primo Jonadab, quien era hijo de Simea, hermano de David. Biblia Católica (Latinoamericana) Amnón tenía un amigo que se llamaba Yonadab, hijo de Simea, hermano de David; Yonadab era muy astuto. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Amnón tenía un amigo cuyo nombre era Jonadab ben Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Amnón tenía un amigo muy astuto y malicioso, que se llamaba Jonadab. Además de ser su amigo, Jonadab era su primo, pues era hijo de Simá, el hermano de David. |
La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh-Dios había hecho, dijo a la mujer: '¿Conque os ha dicho Dios: 'No comáis de ningún árbol del paraíso'?'.
Por aquel tiempo Judá bajó de donde estaban sus hermanos y se dirigió a la casa de un hombre de Adulán, llamado Jirá. Judá vio allí a la hija de un cananeo llamado Súa, la tomó por mujer y se unió a ella.
Judá envió el cabrito por medio de su amigo, el de Adulán, para recuperar las prendas de manos de aquella mujer; pero éste no la halló.
Andaba Amnón atormentado y a punto de enfermar por amor a Tamar, su hermana, porque, siendo ella virgen, le parecía difícil a Amnón conseguir nada de ella.
Tomó entonces la palabra Jonadab, hijo de Simá, hermano de David, y dijo: 'No piense mi señor que han matado a todos los jóvenes, a los hijos del rey; es sólo Amnón el que ha muerto, pues la sentencia ya estaba en boca de Absalón desde el día en que aquél violó a su hermana Tamar.
Éste le preguntó: '¿Por qué tú, hijo del rey, estás cada día más macilento? ¿No me lo vas a descubrir?'. Amnón le respondió: 'Es que estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón'.
mandó gente a Tecoa para que le trajeran una mujer perspicaz, a la que le dijo: 'Finge que estás de duelo, ponte ropas de luto y no te perfumes con óleo, como si fueras una mujer que de mucho tiempo atrás guarda luto por un difunto.
Éste desafió a Israel, pero Jonatán, hijo de Simá, hermano de David, lo mató.
Jesé engendró a Eliab, su primogénito; a Abinadab, el segundo; a Simá, el tercero;
Jonatán, tío de David era consejero, pues era hombre muy inteligente y escriba; y Yejiel, hijo de Jacmoní, se cuidaba de los hijos del rey.
Se contuvo, sin embargo, y entró en su casa. Mandó llamar a sus amigos y a su esposa Zéres.
Su mujer Zéres y todos sus amigos le respondieron: 'Que preparen una horca de cincuenta codos de alta; y mañana por la mañana di al rey que cuelguen de ella a Mardoqueo. Luego irás contento al banquete con el rey'. Le pareció bien a Amán la propuesta y mandó preparar la horca.
Refirió Amán a Zéres, su mujer, y a todos sus amigos cuanto le había sucedido; y sus amigos y su mujer Zéres le dijeron: 'Si ese Mardoqueo ante quien has comenzado a caer es de la raza de los judíos nada podrás contra él, sino ten por cierto que ante él sucumbirás'.
Sí, mi pueblo es insensato, a mí no me conocen. Son hijos necios, no son inteligentes, expertos para el mal, hacer el bien no saben.
pues la sabiduría de este mundo es necedad para Dios. Porque está escrito: Él atrapa a los sabios en su propia astucia.
No es ésa la sabiduría bajada de arriba, sino terrena, puramente humana, demoníaca.
Y la mujer de Sansón pasó a pertenecer a uno de sus camaradas, uno de los que le habían hecho compañía.
Dijo entonces Samuel a Jesé: '¿No tienes más hijos?'. Respondió: 'Aún queda el más pequeño, que está apacentando las ovejas'. Dijo Samuel a Jesé: 'Manda a buscarlo, pues no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga'.
Jesé le presentó a Samá; pero Samuel dijo: 'Tampoco a éste lo ha elegido Yahveh'.