y Labán le dijo: «Realmente, tú eres de mi propia sangre». Jacob había estado ya un mes con Labán
2 Samuel 5:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Todas las tribus de Israel fueron a Hebrón para hablar con David. Le dijeron: «Nosotros somos de tu misma sangre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron, diciendo: Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya somos. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego todas las tribus de Israel fueron a David en Hebrón y le dijeron: «Somos de la misma sangre. Biblia Católica (Latinoamericana) Todas las tribus de Israel se congregaron en torno a David en Hebrón y le dijeron: 'Somos de tus mismos huesos y de tu misma carne. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces todas las tribus de Israel fueron ante David en Hebrón, y hablaron diciendo: ¡Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todas las tribus de Israel fueron a presentarse a David en Hebrón y le hablaron así: 'Aquí estamos. Hueso tuyo y carne tuya somos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron, diciendo: He aquí nosotros hueso tuyo y carne tuya somos. |
y Labán le dijo: «Realmente, tú eres de mi propia sangre». Jacob había estado ya un mes con Labán
Vosotros sois mis hermanos, ¡sois de mi propia sangre! ¿Por qué habéis de ser los últimos en llamarme?”
Decidle también a Amasá: “¿Acaso no eres de mi propia sangre? Tú serás de por vida el general de mi ejército, en lugar de Joab. ¡Que Dios me castigue sin piedad si no lo cumplo!”»
Así el rey se ganó el aprecio de todos los de Judá, quienes a una voz le pidieron que regresara con todas sus tropas,
Pero los israelitas insistieron: ―¿Por qué nos tratáis con tanto desprecio? ¡Nosotros tenemos diez veces más derecho que vosotros sobre el rey David! Además, ¿no fuimos nosotros los primeros en pedirle que volviera? Entonces los de Judá les contestaron aún con más severidad.
Tomaron luego el cuerpo de Asael y lo sepultaron en Belén, en la tumba de su padre. Toda esa noche Joab y sus hombres marcharon, y llegaron a Hebrón al amanecer.
asegúrate de nombrar como rey a uno de tu mismo pueblo, uno que el Señor tu Dios elija. No aceptes como rey a ningún forastero ni extranjero.
Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—,
«Preguntadles a todos los señores de Siquén: “¿Qué os conviene más: que todos los setenta hijos de Yerubaal os gobiernen, o que os gobierne un solo hombre?” Acordaos de que yo soy de la misma sangre que vosotros».