pero el justo persevera en su camino,y el que tiene las manos limpias redobla su energía.
Juan 15:2 - Biblia Nacar-Colunga Todo sarmiento que en mí no lleve fruto, lo cortará; y todo el que dé fruto, lo podará, para que dé más fruto.' Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Biblia Nueva Traducción Viviente Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. Biblia Católica (Latinoamericana) Toda rama que no da fruto en mí la corta. Y toda rama que da fruto la limpia para que dé más fruto. La Biblia Textual 3a Edicion Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo levanta;° y todo el que lleva fruto, lo limpia para que lleve más fruto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todo sarmiento mío que no da fruto lo corta; y todo el que da fruto lo poda, para que dé más todavía.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quita; y todo aquel que lleva fruto, lo limpia, para que lleve más fruto. |
pero el justo persevera en su camino,y el que tiene las manos limpias redobla su energía.
Mas la senda de los justos es como luz de aurora, que va en aumento hasta ser pleno día.
Por eso, con esto se expió el crimen de Jacob, y éste es todo el fruto del alejamiento de su pecado: que ponga todas las piedras del altar como piedras calizas dispersadas, de modo que no se levanten “asneras” y estelas solares.
Y los humildes volverán a tener alegría en Yahvé, y los pobres entre los hombres se gozarán en el Santo de Israel.
Sucumbirán también algunos de los sabios para que sean depurados, purificados y blanqueados, hasta que llegue el fin, que no llegará sino al tiempo determinado.
Reconozcamos y apresurémonos a conocer a Yahvé. Como aurora está aparejada su aparición; vendrá como lluvia impetuosa, como lluvia primaveral que riega la tierra.'
y se pondrá a fundir y depurar la plata i y a purgar a los hijos de Leví, y los acriso Jará corno al oro y la plata, para que ofrezcan a Yahvé oblaciones en justicia,
Porque al que tiene, se le dará más y abundará, y al que no tiene, aun aquello que tiene le será quitado.
Otra parábola les dijo: Es semejante el Reino de los cielos al fermento que una mujer escondió en tres medidas de harina hasta que todo fermenta.
Respondióles y dijo: Toda planta que no ha plantado mi Padre celestial será arrancada.
y, viendo una higuera cerca del camino, se fue a ella; pero no halló en ella más que hojas, y dijo: Qué jamás nazca fruto de ti. Y la higuera se secó al instante.'
porque al que tiene se le dará y abundará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará,'
Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto será cortado y arrojado al fuego.
Tiene ya el bieldo en su mano y limpiará su era y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible.
Los que reciben la siembra en tierra buena son los que oyen la palabra, la reciben y dan fruto, quién treinta, quién sesenta, quién ciento.
Los que están sobre peña son los que, cuando oyen, reciben con alegría la palabra, pero no tienen raíces; creen por algún tiempo, pero al tiempo de la tentación sucumben.'
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca, para que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre os lo dé.
El que no permanece en mí, es echado fuera, como el sarmiento, y se seca, y los amontonan y los arrojan al fuego para que ardan.
En esto será glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así seréis discípulos míos.
Mientras Yo estaba con ellos, Yo conservaba en tu nombre a éstos que me has dado, y los guardé, y ninguno de ellos pereció, si no es el hijo de la perdición, para que la Escritura se cumpliese.
Y si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo acebuche, fuiste injertado entre ellas y hecho partícipe de la raíz, es decir, de la pinguosidad del olivo, no te engrías contra las ramas.
Considera, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad para con los caídos, para contigo la bondad, si permaneces en la bondad, que de otro modo también tú serás desgajado”
Ahora bien: sabemos que Dios hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman, de los que según sus designios son llamados.
Si hablando lenguas de hombres y de ángeles, no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalos que retiñe.
que se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y adquirirse un pueblo propio, celador de obras buenas.
mirando bien que ninguno sea privado de la gracia de Dios, que ninguna raíz amarga, brotando, la impida y corrompa la fe e inficione a muchos.
De nosotros han salido, pero no eran de los nuestros. Si de los nuestros fueran, hubieran permanecido con nosotros; pero así se ha hecho manifiesto que no todos son de los nuestros.'