La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 18:18 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Como hacía mucho frío, los sirvientes del jefe de los sacerdotes y los guardias del templo hicieron una fogata para calentarse. También Pedro se acercó a ellos para hacer lo mismo. Jesús y el jefe de los sacerdotes

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Como hacía frío, los sirvientes de la casa y los guardias habían hecho una fogata con carbón. Estaban allí de pie, junto al fuego, calentándose, y Pedro estaba con ellos, también calentándose.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Los sirvientes y los guardias tenían unas brasas encendidas y se calentaban, pues hacía frío. También Pedro estaba con ellos y se calentaba.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y los siervos y los alguaciles, que habían preparado un brasero, estaban° de pie y se calentaban, pues hacía frío. Y Pedro también estaba con ellos, de pie y calentándose.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Estaban allí los criados y los guardias, que habían hecho unas brasas para calentarse, pues hacía frío. También Pedro estaba con ellos, de pie, calentándose.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los siervos y los alguaciles que habían encendido unas brasas, porque hacía frío, estaban de pie y se calentaban; y Pedro también estaba con ellos de pie, calentándose.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 18:18
16 Referencias Cruzadas  

y vio a Pedro calentándose junto al fuego; lo miró fijamente y le dijo: --Tú siempre estabas con Jesús, el hombre de Nazaret.


Jesús sufría mucho, pero oraba con más fuerza que antes. Su sudor caía al suelo como grandes gotas de sangre.


Mientras tanto, Pedro seguía calentándose junto a la fogata, y alguien le preguntó: --¿No eres tú uno de los seguidores de Jesús? --No, no lo soy --insistió Pedro--.


Cuando llegaron a tierra firme, vieron una fogata, con un pescado encima, y pan.


En cuanto Pedro y Juan fueron puestos en libertad, se reunieron con los otros apóstoles y les contaron lo que habían dicho los de la Junta Suprema.


¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que 'Las malas amistades echan a perder las buenas costumbres'.