La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Corintios 4:4 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

No recuerdo haber hecho nada malo, pero eso no significa que esté totalmente libre de culpa. Dios es el único que tiene derecho a juzgarme.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Tengo la conciencia limpia, pero eso no demuestra que yo tenga razón. Es el Señor mismo quien me evaluará y tomará la decisión.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

A pesar de que no veo nada que reprocharme, eso no basta para justificarme: el Señor me juzgará.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

porque aunque de nada me acusa mi conciencia, no por eso soy justificado, pues el que me juzga es el Señor.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Aunque la conciencia de nada me remuerde, no por eso quedo justificado; mi juez es el Señor.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque de nada tengo mala conciencia, mas no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Corintios 4:4
24 Referencias Cruzadas  

Por tercera vez le dijo: --Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso muy triste de que tres veces le había preguntado si lo quería. Entonces le contestó: --Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: --Cuida de mis ovejas.


Pablo miró a todos los de la Junta Suprema y les dijo: --Amigos israelitas, yo tengo la conciencia tranquila, porque hasta ahora he obedecido a Dios en todo.


Si Dios lo hubiera aceptado por todo lo que hizo, entonces podría sentirse orgulloso ante nosotros. Pero ante Dios no podía sentirse orgulloso de nada.


A mí, en lo personal, no me importa si ustedes o un tribunal de justicia de este mundo se ponen a averiguar si hago bien o mal. Ni siquiera me juzgo a mí mismo.


Por eso, no culpen a nadie antes de que Jesucristo vuelva. Cuando él venga, mostrará todo lo que está oculto y lo que piensa cada uno. Entonces Dios le dará a cada uno el premio que se merezca.


Nos satisface saber que nos hemos comportado bien, y que hemos sido sinceros con todos, especialmente con ustedes. No lo hicimos guiados por nuestra propia sabiduría, sino con la ayuda de Dios, y gracias a su gran amor.


Porque todos nosotros vamos a tener que presentarnos delante de Cristo, que es nuestro juez. Él juzgará lo que hicimos mientras vivíamos en este cuerpo, y decidirá si merecemos que nos premie o nos castigue. ¡Seamos amigos de Dios!