y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar.
Mateo 4:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que allí lo tentara el diablo. Biblia Católica (Latinoamericana) El Espíritu condujo a Jesús al desierto para que fuera tentado por el diablo, La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Jesús fue impulsado por el Espíritu a subir al desierto para ser tentado por el diablo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. |
y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar.
Y acontecerá que, luego que yo haya partido de ti, el Espíritu del SEÑOR te llevará donde yo no sepa; y viniendo yo, y dando las nuevas a Acab, y no hallándote él, me matará; y tu siervo teme al SEÑOR desde su juventud.
Y le dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; por ventura lo ha levantado el espíritu del SEÑOR, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.
Y el Espíritu me levantó, y me metió por la puerta oriental de la Casa del SEÑOR, la cual mira hacia el oriente; y he aquí a la entrada de la puerta veinticinco varones, entre los cuales vi a Jaazanías hijo de Azur, y a Pelatías hijo de Benaía, príncipes del pueblo.
Luego me levantó el Espíritu, y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto.
Y el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo de la bendita gloria del SEÑOR que se iba de su lugar,
Y el Espíritu me levantó, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, pero la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.
En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había como edificio de una ciudad al mediodía.
Y me alzó el Espíritu, y me metió en el atrio de adentro; y he aquí que la Gloria del SEÑOR llenó la Casa.
Y aquella semejanza extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el aquilón, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que hacía celar.
Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí.
Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no le vio más el eunuco, y se fue por su camino gozoso.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
porque en cuanto él mismo padeció y fue tentado, es poderoso para socorrer también a los que son tentados.
pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.