Cachorro de león Judá: de la presa subiste, hijo mío; se encorvó, se echó como león, Así como león viejo , ¿quién lo despertará?
Juan 8:6 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Biblia Nueva Traducción Viviente Intentaban tenderle una trampa para que dijera algo que pudieran usar en su contra, pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el polvo. Biblia Católica (Latinoamericana) Le hacían esta pregunta para ponerlo en dificultades y tener algo de qué acusarlo.
Pero Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Decían esto para tenderle un lazo, con el fin de tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía en el suelo con el dedo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo, como si no les oyera. |
Cachorro de león Judá: de la presa subiste, hijo mío; se encorvó, se echó como león, Así como león viejo , ¿quién lo despertará?
Al Vencedor, a Jedutún: Salmo de David. Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.
El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno, es como el que toma al perro por las orejas.
¡Oh esperanza de Israel! SEÑOR, todos los que te dejan, serán avergonzados; y los que de mí se apartan, serán escritos en el polvo; porque dejaron la vena de aguas vivas, al SEÑOR.
En aquella misma hora salieron unos dedos de una mano de hombre, y escribían delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la palma de la mano que escribía.
Ellos aborrecieron en la puerta al reprensor, y al que hablaba lo recto abominaron.
Porque todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz,
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpientes, y inocentes como palomas.
Mas él no le respondió palabra. Entonces llegándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despáchala, pues da voces tras nosotros.
Y llegándose los fariseos y los saduceos para tentarle, le pedían que les mostrase señal del cielo.
Entonces se llegaron a él los fariseos, tentándolo, y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?
Mas Jesús, entendida su malicia, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Mas Jesús callaba. Respondiendo el sumo sacerdote, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios.
Y llegándose los fariseos, le preguntaron, si era lícito al marido repudiar a su mujer, tentándolo.
Entonces él, como entendía la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea.
Y vinieron los fariseos, y comenzaron a altercar con él, demandándole señal del cielo, tentándole.
Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Y por la mañana volvió al Templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Ni tentemos al Cristo, como también algunos de ellos lo tentaron, y perecieron por las serpientes.