Reconoced que el SEÑOR es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos . Pueblo suyo somos , y ovejas de su prado.
Juan 21:16 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Le vuelve a decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Le responde: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dice: Apacienta mis ovejas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús repitió la pregunta: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? —Sí, Señor —dijo Pedro—, tú sabes que te quiero. —Entonces, cuida de mis ovejas —dijo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Le preguntó por segunda vez: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas?' Pedro volvió a contestar: 'Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: 'Cuida de mis ovejas. La Biblia Textual 3a Edicion De nuevo le dice por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Le dice: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Le dice: Pastorea mis ovejitas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vuelve a preguntarle por segunda vez: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas?'. Le responde: 'Sí, Señor; tú sabes que te quiero'. Él le contesta: 'Sé pastor de mis ovejas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vuelve a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Apacienta mis ovejas. |
Reconoced que el SEÑOR es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos . Pueblo suyo somos , y ovejas de su prado.
Porque él es nuestro Dios; y nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,
Oh espada, despiértate sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dijo el SEÑOR de los ejércitos. Hiere al pastor, y se derramarán las ovejas; y tornaré mi mano sobre los chiquitos.
Y tú, Belén, de tierra de Judá, no eres muy pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un Guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.
Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dice él: No soy.
Estaba pues Pedro en pie calentándose. Y le dijeron: ¿No eres tú de sus discípulos? El negó, y dijo: No soy.
Le dice la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Se entristeció Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le dice: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Le dice Jesús: Apacienta mis ovejas.
Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia de Dios, la cual ganó por su sangre.
Y el Dios de paz que sacó de los muertos al Gran Pastor de las ovejas por la sangre del Testamento eterno, al Señor nuestro Jesús,
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora sois ya convertidos al Pastor y Obispo de vuestras almas.
Apacentad la manada de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia vergonzosa; sino con ánimo pronto;
porque el Cordero que está en medio del trono los regirá, y los guiará a fuentes vivas de aguas; y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.