En el arca ninguna cosa había además de las dos tablas de piedra que había allí puesto Moisés en Horeb, cuando el SEÑOR hizo la alianza con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.
Éxodo 24:7 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y tomó el libro de la alianza, y leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que el SEÑOR ha dicho, y oiremos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego tomó el libro del pacto y lo leyó al pueblo en voz alta. Una vez más todos respondieron: «Haremos todo lo que el Señor ha ordenado. Vamos a obedecer». Biblia Católica (Latinoamericana) Después tomó el libro de la Alianza y lo leyó en presencia del pueblo. Respondieron: 'Obedeceremos a Yavé y haremos todo lo que él pide. La Biblia Textual 3a Edicion Luego tomó el rollo del pacto y lo proclamó a oídos del pueblo. Ellos dijeron: Cumpliremos y obedeceremos todo lo que YHVH habló. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomó después el libro de la alianza y lo leyó al pueblo, el cual exclamó: 'Haremos todo cuanto ha dicho Yahveh y obedeceremos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomó el libro de la alianza, y leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. |
En el arca ninguna cosa había además de las dos tablas de piedra que había allí puesto Moisés en Horeb, cuando el SEÑOR hizo la alianza con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.
Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos. Y Moisés refirió las palabras del pueblo al SEÑOR.
Así dice el SEÑOR Dios de Israel: Yo hice Pacto con vuestros padres el día que los saqué de tierra de Egipto, de casa de siervos, diciendo:
Ora sea bueno, ora malo, a la voz del SEÑOR nuestro Dios, al cual te enviamos, escucharemos; para que, obedeciendo a la voz del SEÑOR nuestro Dios, tengamos bien.
Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tus vergüenzas; y te di juramento, y entré en pacto contigo, dijo el Señor DIOS, y fuiste mía;
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha criado un mismo Dios? ¿Por qué menospreciaremos cada uno a su hermano, quebrantando el pacto de nuestros padres?
Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si hay en vosotros alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
Y cuando esta carta fuere leída entre vosotros, haced que también sea leída en la Iglesia de los laodicenses; y la de Laodicea que la leáis también vosotros.
Os amonesto por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos.
Y el pueblo respondió a Josué: Al SEÑOR nuestro Dios serviremos, y a su voz oiremos.