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Apocalipsis 16:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Y oí una gran voz del templo, que decía a los siete ángeles: Id, derramad las copas de la ira de Dios sobre la tierra.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego oí una voz potente que venía del templo y decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y oí una voz potente que desde el Santuario gritaba a los siete ángeles: 'Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas del furor de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y oí una gran voz procedente del santuario, que decía a los siete ángeles: ¡Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oí una gran voz procedente del santuario que decía a los siete ángeles: 'Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id, y derramad las copas de la ira de Dios sobre la tierra.

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Otras versiones



Apocalipsis 16:1
17 Referencias Cruzadas  

Derrama tu ira sobre los gentiles que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu Nombre.


Derrama tu enojo sobre los gentiles que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu Nombre; porque se comieron a Jacob, y lo devoraron, y le han consumido, y su morada destruyeron.


Y habló al varón vestido de lienzos, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y derrama sobre la ciudad. Y entró a vista mía.


Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el fuego de mi ira los consumí; torné el camino de ellos sobre su cabeza, dijo el Señor DIOS.


Por tanto, esperadme, dijo el SEÑOR, el día que me levantaré al despojo; porque mi juicio es de coger los gentiles, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, toda la ira de mi furor; porque del fuego de mi celo será consumida toda la tierra.


Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su Testamento fue vista en su templo. Y fueron hechos relámpagos y voces y truenos y terremotos y grande granizo.


Y otro ángel salió del templo, clamando con alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar te es venida, porque la mies de la tierra está seca.


Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra; porque están maduras sus uvas.


Y vi otra señal en el cielo, grande y admirable, que era siete ángeles que tenían las siete plagas postreras, porque en ellas es consumada la ira de Dios.


Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo desde el trono, diciendo: Hecho es.


Y te envió el SEÑOR en jornada, y dijo: Ve, y destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.


Ve pues, y hiere a Amalec, y destruiréis en él todo lo que tuviere; y no tengas piedad de él; mata hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos.