La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 1:4 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

el que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

que nos consuela° en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él nos consuela en toda tribulación, hasta el punto de que, mediante esa consolación con la que a nosotros mismos nos consuela Dios, podamos consolar a los que están en toda clase de tribulación.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 1:4
24 Referencias Cruzadas  

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones al SEÑOR; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. (Selah.)


Tú eres mi escondedero; de la angustia me guardarás; con clamores de libertad me rodearás. (Selah.)


Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho a mi alma.


Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, SEÑOR, me ayudaste, y me consolaste.


Y dirás en aquel día: Cantaré a ti, oh SEÑOR; pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado.


Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios.


Nunca tendrán hambre, ni sed; ni el calor los afligirá, ni el sol; porque el que tiene de ellos misericordia, los guiará, y en manaderos de aguas los pastoreará.


Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado?


Ciertamente consolará el SEÑOR a Sion, consolará todas sus soledades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto del SEÑOR; se hallará en ella alegría y gozo, confesión y voz de cantar.


Cantad alabanzas, alegraos juntamente las soledades de Jerusalén; porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.


y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que permanece con vosotros para siempre:


No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.


Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.


Por tanto, tomamos consolación de vuestra consolación, pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espíritu por todos vosotros.


Mucho atrevimiento tengo para con vosotros, mucho me glorío de vosotros; lleno estoy de consolación, sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.


y muchos de los hermanos, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra de Dios sin temor.


Por tanto, consolaos los unos a los otros en estas palabras.


Por lo cual, consolaos y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis.


Por lo cual alzad las manos caídas y las rodillas descoyuntadas.