La palabra "alción" presenta una fascinante dualidad, refiriéndose tanto a un ave como a un animal marino. Su significado, aunque aparentemente simple, se enriquece al explorar su origen, historia y contexto.
En su acepción ornitológica, "alción" designa al martín pescador, un ave pequeña, de unos 15 cm, perteneciente a la familia Alcedinidae. Su plumaje vibrante, con tonos azules, verdes y naranjas, lo convierte en una de las aves más llamativas.
El nombre "alción" para este pájaro tiene raíces en la mitología griega. Alcíone, hija de Eolo, dios del viento, y esposa de Ceix, sufrió una gran tragedia al perder a su marido en el mar. Los dioses, conmovidos por su dolor, la transformaron en un ave, al igual que a Ceix. Cuenta la leyenda que Alcíone anidaba en el mar durante el invierno, y Eolo calmaba las olas durante dos semanas (los "días del alción") para que pudiera incubar sus huevos en paz. Esta historia otorgó al martín pescador una fuerte simbología relacionada con la calma, la esperanza y el amor conyugal.
En la literatura, el alción y su leyenda han sido mencionados por autores como Aristóteles, Plinio el Viejo, Ovidio y Virgilio, perpetuando así su presencia en la cultura occidental. El ave alción construye su nido sobre las olas del mar
, escribió Plinio, reflejando la creencia mitológica.
El segundo significado de "alción" se refiere a un antozoo colonial. Estos animales marinos, pertenecientes al filo Cnidaria, forman colonias donde los pólipos (individuos) están unidos por un tejido carnoso. Desde este tejido emergen los pólipos, semejando pequeñas flores blancas de ocho pétalos
.
A diferencia del alción ave, cuyo nombre proviene de la mitología, la denominación del alción antozoo se basa en su apariencia. La estructura de la colonia, con sus pólipos extendidos, recuerda a la imagen mitológica del nido del alción flotando en el mar. Esta similitud visual probablemente llevó a la aplicación del mismo nombre a este organismo marino.
En resumen, la palabra "alción" abarca dos realidades biológicas distintas, unidas por un hilo conductor: la mitología y la sugestión de la imagen de un nido en el mar. Tanto el ave como el antozoo evocan la belleza y la complejidad del mundo natural, enriqueciendo el significado de este término con capas de historia, leyenda y observación científica.