Un chakra es un «punto de poder» espiritual utilizado en el yoga y el misticismo oriental. La palabra chakra describe un componente de un sistema de pensamiento complejo acerca de las energías del cuerpo.

Los siguientes conceptos están vinculados con los chakras. Sus definiciones reflejan las creencias de muchos seguidores del hinduismo, budismo y practicantes de yoga:
Prana – energías vitales presentes en áreas del cuerpo, también conocidas como «vientos sutiles».
Cuerpo sutil – similar al alma, es una entidad energética que alberga los chakras.
Nadis – canales de energía o meridianos que se extienden como venas a través del cuerpo sutil, actuando como conductos para el prana. El Nadi central discurre a lo largo o dentro de la columna vertebral y está conectado al sistema nervioso central.
Chakras – son los puntos de energía ubicados en la superficie del cuerpo sutil. Están localizados a lo largo del Sushumna o Nadi central. Este último junto con otros dos Nadis principales recorren el núcleo del cuerpo, entrelazándose y penetrando en los chakras. En algunas tradiciones, cada chakra sirve como centro para miles de Nadis. Cada chakra está asociado con un mantra «sílaba-semilla» (generalmente una palabra en sánscrito), así como frecuentemente con un color y una divinidad específica.
Los chakras desempeñan un papel crucial en ciertas prácticas médicas. Por ejemplo, la acupuntura y otras formas de medicina china afirman utilizar las energías corporales y los meridianos para fomentar la salud. Más allá de la existencia real de los chakras, muchas personas han experimentado alivio del dolor mediante la acupuntura. Por ende, podría haber beneficios físicos derivados de esta práctica independientemente de su base filosófica.
Literalmente «lo que está enrollado», Kundalini también es el nombre de una deidad. Se cree que Kundalini es una fuerza divina que reside en la base de la columna vertebral y, al «despertar», asciende a lo largo del Nadi central y a través de cada chakra hasta alcanzar la coronilla. Durante este proceso, esta entidad desenrollada otorga conciencia espiritual al individuo. Al llegar al chakra superior, se dice que esta energía produce una experiencia inefable y profundamente mística. Aquellos que han practicado este tipo de meditación testificarán tanto de su poder como de su riesgo.
La vivencia espiritual obtenida mediante esta forma de meditación es innegablemente genuina y puede percibirse como una conexión con lo divino, pero no proviene de Dios. La Biblia nos enseña a rechazar a los mensajeros espirituales que afirman ser enviados por Dios, pero predican un «evangelio diferente» (Gálatas 1:8). El mensaje del misticismo oriental va en contra del evangelio. Según este último, Dios descendió para redimir a la humanidad; sin embargo, los místicos orientales sostienen que el ser humano puede alcanzar un estado divino o conectar con lo divino a través de diversas técnicas relacionadas con los chakras y el Nadi.
La creencia en los chakras es un engaño utilizado por Satanás para apartar a las personas de la gracia del Señor. La iluminación espiritual no se obtiene mediante los chakras, sino a través de una relación con el Dios verdadero (Salmos 36:9).