Una de las preguntas más difíciles que muchos se hacen es: Si Dios es amor, ¿por qué no salva a todos?. La Biblia nos muestra que Dios es misericordioso, paciente y lleno de amor 2 Pedro 3:9, pero también es justo, santo y fiel a Su Palabra.
Dios no está obligado a salvar a nadie. La salvación es por gracia, no por méritos humanos Efesios 2:8-9
. Él extiende Su mano para ofrecer perdón y vida eterna, pero este regalo debe ser recibido. Jesús dijo:Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
Esto significa que, aunque el amor de Dios es universal, la salvación se aplica solo a quienes creen y confían en Cristo.
Dios es perfectamente justo. No puede pasar por alto el pecado sin que haya un castigo Romanos 6:23. Por eso envió a Jesús a pagar el precio en la cruz. Rechazar a Cristo es rechazar el único camino de salvación Juan 14:6.
Dios creó al hombre con la capacidad de decidir. Él invita, llama y advierte, pero no obliga. La Biblia enseña que muchos prefieren amar las tinieblas antes que la luz:
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Juan 3:19
Dios respeta la decisión de cada persona, aunque eso signifique que algunos elijan permanecer lejos de Él.
La salvación muestra la misericordia de Dios, pero el juicio revela Su justicia. Ambos aspectos glorifican a Dios Romanos 9:22-23. En el cielo, los redimidos alabarán Su gracia, y en el juicio, toda rodilla se doblará reconociendo Su autoridad Filipenses 2:10-11.
Dios no salva a todos porque Su plan de salvación requiere fe, arrepentimiento y sumisión a Cristo. Él ofrece la salvación a todos, pero no todos la reciben. La Biblia nos llama hoy a no endurecer el corazón Hebreos 3:15, porque el día de gracia no será eterno.
El hecho de que no todos sean salvos no debe llevarnos a cuestionar el amor de Dios, sino a valorar más Su gracia y a compartir el Evangelio con urgencia. Hoy todavía hay tiempo para creer, porque mañana podría ser demasiado tarde.
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Isaías 55:6