Hoy en día los creyentes han abandonado el lugar de intimidad donde habitualmente se reunían con el Espíritu Santo; debido a las labores y el estrés del día a día, muchos creyentes se han desconectado totalmente de la presencia de Dios.
Por lo que es necesario regresar a la presencia del Señor y volver a tener una intimidad junto a Él.