En un mundo donde la traición, el egoísmo y la falta de amor parecen gobernar, esta prédica nos confronta con una verdad incómoda: muchos “sicarios” no usan armas, sino palabras, actitudes y juicios que hieren el alma de otros.
Dante Gebel nos lleva a reflexionar sobre cómo, muchas veces, los mismos creyentes pueden convertirse en verdugos de sus hermanos, olvidando que el verdadero llamado de Cristo es amar, restaurar y perdonar
Antes de ver este mensaje, pregúntate:
👉 ¿Estoy construyendo o destruyendo con mis palabras?
👉 ¿Soy un instrumento de gracia o de condena?
Prepárate para un mensaje que desnuda el corazón y nos invita a volver al amor genuino del Evangelio.