Muchas veces Dios nos habla con claridad en su Palabra, pero somos nosotros quienes complicamos lo que Él ya dejó establecido. El mensaje de Cristo es sencillo: obedecerle, amarle y seguirle. Sin embargo, la rebeldía, las excusas y el orgullo nos llevan a querer “reinterpretar” lo que Dios ya dijo. Esta prédica de Dante Gebel nos invita a reflexionar sobre esas áreas de nuestra vida donde aún no hemos querido rendirnos, y nos confronta con una pregunta directa: ¿Qué parte no se entiende?
Prepárate para ser desafiado a dejar de lado la indiferencia espiritual, escuchar la voz de Dios con humildad y poner por obra lo que Él ya nos ha mostrado en Su Palabra.