(De ex- y comunión).
1. f. Rel. Acción y efecto de excomulgar.
2. f. Rel. Carta o decreto con que se intima y publica dicha censura.
3. f. Rel. paulina ( carta de excomunión). ~ a matacandelas.
1. f. Rel. La que se publicaba en la iglesia con varias solemnidades, y entre ellas la de apagar candelas metiéndolas en agua. ~ de participantes.
1. f. Rel. Aquella en que incurrían los que trataban con el excomulgado declarado o público.
2. f. Cosa que se participaba por el trato o aligación con otros. ~ mayor.
1. f. Rel. Privación activa y pasiva de los sacramentos y sufragios comunes de los fieles.
~ menor.
1. f. Rel. Privación pasiva de los sacramentos.
Véase EXPULSIÓN.
Acto de separar de la iglesia a uno de sus miembros por razones disciplinarias. El término no aparece en la Biblia, pero la costumbre tiene su origen en el pueblo de Israel, en el cual se llamaba herem, que se traduce como •anatema, a aquello que se ponía aparte, se separaba y no se podía tocar, ya fuera porque estaba consagrado a Dios o porque producía contaminación. Así, los israelitas que cayeran en la idolatría, o los ídolos mismos, eran considerados herem. Lo que caía en esa categoría debía ser destruido. Ejecutados, si eran personas. Quemados, si eran objetos. El caso de •Acán es un ejemplo sobresaliente de herem, pues por causa de su pecado el mismo Israel había “venido a ser anatema” (Lucas 6:22) «Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre».
La iglesia primitiva practicaba la e., pues el apóstol Pablo enseñó: “No os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis”. Al acto de hacer esto con una persona le llamó entregar “a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” (1 Timoteo 1:20) «de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar». Pablo habla de •Himeneo y •Alejandro, diciendo que los entregó “a Satanás para que aprendan a no blasfemar”. En estos casos hay, pues, e. por motivos morales y por razones doctrinales. Esto que puede llamarse parte de la fase final de la •disciplina en la iglesia tiene por propósito el evitar que el nombre de Dios sea vituperado, preservando al resto de los miembros de la congregación de la posibilidad de extensión del mal y sus contaminaciones. •Disciplina.
Exclusión disciplinaria del compañerismo de la iglesia. Los judíos tenían dos formas de excomunión, a las cuales aparentemente se hace referencia en (Tito 3:10) «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo».
Exclusión disciplinaria del compañerismo de la iglesia. Los judíos tenían dos formas de excomunión, a las cuales aparentemente se hace referencia en (Lucas 6:22) «Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre». Os aparten [el midduy judío, por 30, 60 o 90 días] y desechen vuestro nombre como malo [el herem judío, una separación perpetua de la comunidad, pronunciada formalmente]. Cristo ordena la excomunión cristiana (Mateo 18:15-18) y la práctica (1 Timoteo 1:20) «de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar». Y los preceptos (1 Corintios 5:11) «Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis». (Tito 3:10) «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo». Apostólicos concuerdan con ella.
El tal sea entregado a Satanás (1 Corintios 5:5) «el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús». (1 Timoteo 1:20) «de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar». Pareciera significar echar de la iglesia al mundo que está en el poder del malvado (Efesios 6:12) «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes». (1 Juan 5:19) «Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno». El propósito de la excomunión es el bien del ofensor (1 Corintios 5:5). Y el bienestar moral de los miembros sanos (2 Timoteo 2:17) «Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto». Sus objetos son aquellos culpables de herejía o gran inmoralidad (1 Corintios 5:1-5), (1 Timoteo 1:20) «de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar». La administra la iglesia y sus ministros representativos (1 Corintios 5:1) «De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre». (1 Corintios 5:3-4). (Tito 3:10) «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo».
La exclusión total o parcial, temporal o permanente, por parte de la autoridad correspondiente, de un miembro de la iglesia del cuerpo de la misma o de su participación en los cultos de comunión (eucaristía) por razones de disciplina. Se trata de un acto judicial de la iglesia, en el cual, por la autoridad conferida por Cristo, ella corta y excluye completamente a un miembro indigno de la unión y comunión con la iglesia y le niega todo derecho y privilegio.
Gen. se aplica contra personas que han violado cualquiera de los diez mandamientos, han cometido pecados civiles o producido escándalos contra la iglesia. Como fundamentos bíblicos de esta doctrina se citan: (Mateo 16:19) «Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos». (Mateo 18:15-18), (Romanos 16:17) «Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos». (Efesios 5:11) «Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas». (2 Tesalonicenses 3:6-14); (1 Timoteo 1:20) «de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar». (Tito 3:10) «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo»; (2 Juan 1:10-11).