El que habita a la sombra del Altísimo, se acoge a la protección del Todopoderoso.Nada malo te sucederá, no ocurrirá ningún desastre en tu casa;porque él dará orden a sus ángeles para que te protejan a dondequiera que vayas.Ellos te levantarán con sus manos para que ninguna piedra te lastime el pie.Pisotearás leones y serpientes venenosas; triunfarás sobre cachorros de león y sobre monstruos. «Yo lo salvaré, porque me ama; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.Me llamará y yo le responderé; estaré con él cuando se encuentre en dificultades; lo rescataré y haré que le rindan honores.Haré que disfrute de una larga vida y le mostraré mi salvación».Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza. Dios mío, confío en ti».
Confía en el SEÑOR totalmente, no en tu propia sabiduría.Ten en cuenta a Dios en todo lo que hagas, y él te ayudará a vivir rectamente.
El SEÑOR te protegerá de todo mal, protegerá tu vida.El SEÑOR protegerá tu ida y tu venida, desde ahora y para siempre.
Si el SEÑOR no construye la casa, los constructores pierden su tiempo. Si el SEÑOR no vigila la ciudad, los guardias pierden su tiempo.
Sean fuertes y valientes; no tengan miedo ni se aterroricen de ellas, porque el SEÑOR su Dios irá con ustedes. Él no los abandonará ni los olvidará».
No temas, estoy contigo. Yo soy tu Dios, no tengas miedo. Te fortaleceré, sí, te ayudaré. Te salvaré con mi mano victoriosa.
Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no nos hace cobardes, sino que él es para nosotros fuente de poder, amor y buen juicio.
Aunque pase por caminos oscuros y tenebrosos, no tendré miedo, porque tú estás a mi lado; tu vara y tu bastón me reconfortan.
No tendrá éxito ningún arma que se fabrique para hacerte daño. Demostrarás la falsedad de todo aquel que hable contra ti en un tribunal. Esas son las ventajas de que gozarán los siervos del SEÑOR y la victoria que les daré. El SEÑOR lo ha decidido así.
Dios es nuestro refugio y fortaleza; siempre está dispuesto a ayudarnos en los momentos difíciles.
El nombre del SEÑOR es como una torre fortificada, a donde corre el justo para salvarse.
El SEÑOR es mi luz y mi salvación. ¿A quién podría yo temerle? El SEÑOR me protege, así que no le temo a nadie.
¿Se olvida una madre del bebé que amamanta? ¿No tiene compasión del hijo que dio a luz? Aun si eso pasara, yo no te olvidaré.Mira, te tengo escrita en mis manos. Tengo siempre presentes tus murallas.
Nosotros esperamos que el SEÑOR nos ayude porque él es nuestro apoyo y nuestro protector.Porque lo amamos y es el único en quien podemos confiar.SEÑOR, danos la misericordia que esperamos.
Miro a lo alto de las montañas en busca de ayuda, ¿de dónde vendrá mi ayuda?Mi ayuda vendrá del SEÑOR, el creador del cielo y de la tierra.
Dios mío, aunque esté angustiado por los problemas, tú me salvarás; me protegerás de la furia de mis enemigos.
Cuando atravieses las aguas, yo estaré contigo. Cuando cruces los ríos, no te ahogarás. Cuando tengas que atravesar por fuego, no te quemarás; las llamas no arderán en ti.
Te repito: sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes porque el SEÑOR tu Dios estará contigo donde quiera que vayas».
No amen el dinero, sino conténtense con lo que tienen. Porque Dios dijo: «Nunca te abandonaré ni te dejaré solo».Así podremos decir con seguridad: «El Señor es mi ayuda; no tendré miedo. ¿Qué daño puede hacerme un simple mortal?»
»Por eso les digo: no se preocupen por la comida ni por la bebida que necesitan para vivir, ni tampoco por la ropa que se van a poner. Ciertamente la vida es más que la comida y el cuerpo más que la ropa.Miren a las aves del cielo, ellas no siembran ni cosechan ni tampoco guardan nada en graneros. Sin embargo, su Padre que está en el cielo les da alimento. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
»Les dejo la paz. Es mi propia paz la que les doy, pero no se la doy como la da el mundo. No se preocupen ni tengan miedo.
El SEÑOR está conmigo, y por eso no tengo miedo. ¿Qué daño me puede hacer el ser humano?
En cambio, el que me obedece vivirá tranquilo, seguro y sin temer ninguna desgracia».
¿Qué podemos decir de todo esto? Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros.
Mi pueblo habitará en un hogar pacífico, en viviendas seguras y en tranquilos lugares de descanso.
Confía en el SEÑOR y haz el bien; vive de la tierra que Dios te dio y haz tu trabajo con seguridad. La gente buena habla sabiamente y sus decisiones son siempre justas.Siempre llevan las enseñanzas de Dios en su corazón y nunca se apartan de ellas.En cambio, los perversos siempre están pendientes de matar al que es bueno.Pero el SEÑOR no lo abandonará en manos del malo. Dios no dejará que lo condenen.Esperen la ayuda del SEÑOR y sigan su camino. Él siempre los protegerá y les dará la tierra cuando los perversos sean desterrados.Una vez conocí a un hombre poderoso. Era muy cruel y parecía que todo le iba muy bien, como el laurel que siempre está verde. Tiempo después pasé por donde lo había visto y ya no estaba. Lo busqué pero había desaparecido.Sigan el ejemplo de la gente buena y honesta porque su futuro está lleno de paz.En cambio, los criminales serán destruidos. Serán expulsados de sus tierras junto con sus familias. El SEÑOR salva a los justos, les da fuerza en los momentos difíciles.El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas.
Recuerda siempre estos mandamientos que te doy hoy.Enséñaselos a tus hijos y háblales sobre ellos cuando estés en tu casa, cuando camines, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Cuando al SEÑOR le agrada nuestra vida, nos guía para que no caigamos.Si tropezamos en el camino, no caeremos porque el SEÑOR estará allí para sostenernos e impulsarnos.
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los poderes diabólicos, ni lo presente, ni lo que vendrá en el futuro, ni poderes espirituales,ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios que se encuentra en nuestro Señor Jesucristo.
Él es mi Dios fiel y amoroso; mi fortaleza y mi refugio; mi libertador y mi escudo, en quien busco protección. Él es quien pone a los pueblos bajo mi mando.
No tendrás miedo de los desastres repentinos ni de la ruina que les sobreviene a los perversos,porque el SEÑOR te dará confianza y te librará de caer en alguna trampa.
Tú les das paz a los que se mantienen pensando en ti, porque en ti han puesto su confianza.Confía siempre en el SEÑOR, porque el Señor DIOS es refugio eterno.
Dios dice: «Dejen de pelear y acepten que yo soy Dios, todos me darán honor. Yo gobierno a las naciones y controlo al mundo entero».
Confía al SEÑOR todas tus preocupaciones, porque él cuidará de ti; él nunca permitirá que el justo quede derribado para siempre.
El SEÑOR me da fortaleza y es mi escudo. Mi corazón está dichoso porque él me ayudó, y ahora lo alabo con mis canciones.
Hijo mío, no olvides mis enseñanzas; y ten en mente mis mandamientos,así estarán repletos tus graneros y rebosantes tus depósitos de vino.Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR, ni te enojes por sus reprensiones,porque el SEÑOR disciplina al que ama, como un papá al hijo que quiere.Afortunado el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia;porque ellas dan más ganancias que la plata y rinden más beneficios que el oro.Valen mucho más que las piedras preciosas; nada de lo que puedas desear se les puede comparar.Con la mano derecha ofrecen larga vida, y con la izquierda, riquezas y honor.Sus caminos son agradables, y pacíficos todos sus senderos.La sabiduría es árbol de vida para los que la consiguen; qué afortunados son los que la retienen.El SEÑOR fundó la tierra con sabiduría, estableció los cielos con inteligencia.porque alargarán tu existencia y te darán años de vida y paz.
Finalmente, confíen en el gran poder del Señor para fortalecerse.Protéjanse contra los engaños del diablo con toda la armadura que les da Dios.
Así que los del occidente respetarán el nombre del SEÑOR y los del oriente respetarán su gloria. Porque él vendrá como un río desbordado traído por el viento del SEÑOR.
Dios te salvará de los peligros escondidos y de las enfermedades peligrosas,pues te protegerá con sus alas y bajo ellas hallarás refugio. Su fidelidad será tu escudo y tu muralla protectora.
El amor no sufre del miedo. Por el contrario, el amor que es maduro echa fuera el miedo, pues el miedo tiene que ver con el castigo. Así que el que sufre del miedo, todavía tiene que madurarse en el tema del amor.
»El camino de Dios es perfecto; las promesas del SEÑOR han sido probadas. Él protege a quienes buscan su ayuda y protección.
El SEÑOR los protegerá y los mantendrá con vida. Serán felices en la tierra y no los dejará caer en manos de sus enemigos.
Él da fuerzas al cansado y poder al indefenso.Una voz grita: «¡Preparen un camino para el SEÑOR en el desierto! Háganle a nuestro Dios un camino recto en el desierto.Los jóvenes se cansan y fatigan; los muchachos quedan exhaustos y caen.Pero los que tienen su esperanza puesta en el SEÑOR renovarán sus fuerzas. Les crecerán alas como a las águilas; correrán sin fatigarse, caminarán sin cansarse.
Que el SEÑOR responda a tu llamado cuando estés en problemas. Que el Dios de Jacob te proteja.
«Yo lo salvaré, porque me ama; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.Me llamará y yo le responderé; estaré con él cuando se encuentre en dificultades; lo rescataré y haré que le rindan honores.Haré que disfrute de una larga vida y le mostraré mi salvación».
»Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar.Acepten mi enseñanza y aprendan de mí que soy paciente y humilde. Conmigo encontrarán descanso.Ellos le preguntaron a Jesús: —¿Eres el que iba a venir o debemos esperar a alguien más?Mi enseñanza es agradable y mi carga es fácil de llevar».
Manténganse alerta y sigan firmes en la fe. Sean valientes y fuertes.Y todo lo que hagan, háganlo con amor.
Entonces, acerquémonos con confianza al trono de Dios que es generoso. Allí recibiremos su compasión y su bondad para ayudarnos cuando lo necesitemos.
Le pido a mi Dios que les dé a ustedes todo lo que necesitan, conforme a las espléndidas riquezas que tiene en Jesucristo.
Pero que siempre se alegren todos los que buscan tu protección, que canten gozosos porque tú los protegerás. ¡Que festejen los que te aman!Pues tú, SEÑOR, bendices al que te obedece, como un escudo lo cubres con tu favor.
El ladrón solamente viene para robar, matar y destruir. Yo vine para que la gente tenga vida y la tenga en abundancia.
Él te brindará seguridad. Te enriquecerá con salvación, inteligencia y conocimiento. Te dará su tesoro: el respeto al SEÑOR.
Alégrense en la esperanza, tengan paciencia en las dificultades y sean constantes en la oración.
Por el poder de Dios que obra en nosotros, él puede hacer mucho más de lo que jamás podríamos pedir o imaginar.
Dios es mi salvación, confiaré en él y no tendré miedo. El Señor DIOS, es mi fuerza y canción; se ha convertido en mi salvación».
Dios no te dejará caer; tu protector nunca se dormirá.El protector de Israel nunca duerme ni se deja rendir por el sueño.
El Señor ve a los que obran rectamente, y escucha sus oraciones; pero está en contra de los que hacen el mal».
El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Dios es mi refugio, él me protege. Es mi escudo, me salva con su poder; él es mi escondite más alto.
Ustedes solo han tenido las mismas tentaciones que todos los demás. Pero Dios es fiel y no va a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Así que sepan que cuando sean tentados, van a poder soportar, porque Dios les dará una salida.
El SEÑOR Dios brilla sobre nosotros y nos protege; nos bendice con bondad y gloria. El SEÑOR no le niega ninguna bendición al que vive con integridad.
Porque tú has sido refugio para los pobres; les has dado seguridad a los necesitados en sus angustias. Has sido cobijo durante las tempestades y sombra en el tiempo caluroso. Cuando los poderosos atacan, son como una tormenta de invierno,
No se preocupen por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesiten y agradézcanle siempre.La paz de Dios hará guardia sobre todos sus pensamientos y sentimientos porque ustedes pertenecen a Jesucristo. Su paz lo puede hacer mucho mejor que nuestra mente humana.
Yo les dije esto para que encuentren paz en mí. En el mundo ustedes tendrán que sufrir, pero, ¡sean valientes! Yo he vencido al mundo.
Así como Jerusalén está rodeada de montañas, así el SEÑOR rodea a su pueblo, desde ahora y para siempre.
Eso es cierto porque el SEÑOR ama la justicia y nunca abandona a su gente fiel; ellos siempre estarán protegidos. En cambio, los hijos de los perversos serán expulsados de sus tierras.
La seguridad que tenemos al estar unidos a Dios es esta: Dios escucha nuestras oraciones cuando le pedimos conforme a su voluntad.Puesto que sabemos que Dios nos oye, tengamos la certeza de que él nos dará cualquier cosa que le pidamos.
Lo que uno habla determina la vida y la muerte; que se atengan a las consecuencias los que no miden sus palabras.
Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el SEÑOR, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza.
Tú eres mi refugio, me rodeas y proteges. Por todos lados tú me rodeas de gente cantando que tú me has salvado. Selah
pero Dios, quien los llamó para compartir su gloria eterna en Jesucristo, les mostrará todo su generoso amor. Sufrirán por un tiempo, pero después Dios los sanará, los fortalecerá, los apoyará y evitará que caigan.
Que Dios, quien da esperanza, los llene de toda alegría y paz a ustedes que tienen fe en él. Así tendrán tanta esperanza que llegará a otros por el poder del Espíritu Santo.
Así podremos decir con seguridad: «El Señor es mi ayuda; no tendré miedo. ¿Qué daño puede hacerme un simple mortal?»
Entonces reconoce ahora que el SEÑOR tu Dios es el único Dios. Es un Dios fiel que mantiene por mil generaciones su pacto y fiel amor hacia todos aquellos que lo aman y obedecen sus mandamientos,
El SEÑOR es tu protector. El SEÑOR siempre está a tu lado como una sombra, para protegerte.El sol no te lastimará durante el día ni la luna durante la noche.
El SEÑOR es mi fuerza y mi canción; se ha convertido en mi salvación. Él es mi Dios, lo alabaré. Es el Dios de mi padre, lo adoraré.
No te atemorizará el peligro de la noche, ni las flechas que se lanzan en el día;tampoco la plaga que anda en la oscuridad, ni el destructor que llega a plena luz del día.
Cuando el SEÑOR aprueba la manera de vivir de alguien, incluso a sus enemigos hace estar en paz con él.
»Guía los pasos de los que te son fieles para que no tropiecen, pero la gente mala será destruida; caerá en la oscuridad. No triunfará por sus propias fuerzas.
Tú aceptas a los justos en tu templo santo para esconderlos de quienes planean hacerles daño. Tú los proteges de los ataques de quienes los odian.
Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi poder se hace más fuerte en ti». Por eso me alegra presumir de mi debilidad, así el poder de Cristo vivirá en mí.
El SEÑOR protege a quienes lo siguen. Él cuida de quienes ponen su confianza en su fiel amorde modo que los salva de la muerte y los reanima cuando están hambrientos.
El Espíritu que ustedes han recibido ahora no los convierte en esclavos llenos de temor. Al contrario, el Espíritu que han recibido los hace hijos. Por el Espíritu podemos gritar: «¡Querido padre!»
Cuando esté en peligro, él me protegerá en su casa. Él me esconderá bajo su techo, me llevará a un lugar seguro.
Por esa razón, vístanse con toda la armadura de Dios. Así soportarán con firmeza cuando llegue el día del ataque de Satanás y después de haber luchado mucho todavía podrán resistir.
Por eso el Señor DIOS, el Santo de Israel, dice: «Regresen, cálmense y permanecerán seguros. Quédense tranquilos, confíen y serán fortalecidos.
Porque consulté al SEÑOR, y él me respondió. Él me salvó de todos mis temores.Los que acuden al Señor resplandecen de alegría, jamás se decepcionarán.
Porque yo, el SEÑOR tu Dios, te tomo de la mano. Yo soy el que te dice: “Te ayudaré, no tengas miedo”.
En cambio, Dios nos demostró su amor en que Cristo murió por nosotros aun cuando éramos pecadores.
Pero sobre todo, tomen el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno.
Pero cuando siento miedo, pongo toda mi confianza en ti.Confío en Dios y alabo su promesa. Si tengo puesta mi confianza en él, ¿qué podrá hacerme el ser humano?
Tenerle miedo a los demás es una trampa, pero el que confía en el SEÑOR estará a salvo.
Porque tú me ayudas, y a la sombra de tus alas canto de alegría.Me aferro a ti, tu mano derecha me sostiene.
»El pobre y el necesitado buscan agua y no hay. Su lengua está reseca de la sed. Pero yo, el SEÑOR, les ayudaré; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
No te alejes de la sabiduría, pues ella te protegerá; ama la sabiduría y ella cuidará de ti».El primer paso para ser sabio es tomar la decisión de adquirir sabiduría. Así que usa todo lo que tengas para obtener sabiduría y la conseguirás.
Si adoras al SEÑOR tu Dios, él bendecirá tu alimento y tu agua. Yo alejaré de ti la enfermedad.
Porque esto es lo que dice el Altísimo, el que vive eternamente y tiene el nombre santo: «Yo vivo en lo alto y santo, pero vivo también con el que tiene su espíritu abatido y humillado. Le daré nueva vida al de espíritu humilde, y reviviré al abatido.
El Señor me salvará cuando alguien quiera atacarme y me llevará a su reino en el cielo. Al Señor sea el honor por toda la eternidad. Así sea.
»Si ustedes permanecen en mí y son fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará.
Solo en Dios hallo descanso, es el único que me puede rescatar.No confíen en la extorsión ni en el pillaje; no crean que su riqueza los salvará.Dios dice que hay solo una cosa en la que realmente podemos confiar, y yo lo creo: que la fortaleza viene de Diosy que tú, Señor, tienes fiel amor; tú le pagarás a la gente conforme al bien o al mal que hayan hecho.Solo él es mi roca y mi salvación; como él es mi refugio, no seré derrotado.
El SEÑOR te guiará permanentemente, dará satisfacción a tus necesidades cuando estés en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como un jardín, como manantial de agua que nunca se seca.
y enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado. Tengan presente que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.
Jabés oro así al Dios de Israel: «Te ruego que me bendigas y aumentes mi territorio. Quédate junto a mí y líbrame del mal para que yo no pase sufrimiento». Dios le concedió lo que pidió.
Dios mostró su favor hacia nosotros hasta tal punto que dio a su propio Hijo para que muriera por nosotros. Siendo así, ¿cómo no nos va a dar, junto con él, todo lo que tiene?
Moisés le dijo al pueblo: —No se atemoricen. Solo deténganse a ver cómo el SEÑOR los va a salvar hoy. ¡Nunca más volverán a ver a estos egipcios!El SEÑOR peleará a favor de ustedes; así que manténganse en silencio.
»No temas, gusanito Jacob, oruguita Israel. El SEÑOR dice: “Yo mismo te ayudaré”. El Santo de Israel te salvará.
El SEÑOR salva a los justos, les da fuerza en los momentos difíciles.El SEÑOR te da gozo, disfrútalo, y él te dará lo que más deseas.El SEÑOR los ayuda y los salva del peligro. Él los protege de los perversos porque han buscado refugio en él.
»Por lo tanto, quien oiga mis enseñanzas y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.Llovió fuerte, los ríos crecieron, los vientos soplaron y golpearon contra aquella casa. Sin embargo, la casa no se cayó porque estaba construida sobre la roca.
Hijitos, ustedes son de Dios y por esto ya han derrotado a los enemigos de Cristo porque el que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo.
Pero el Consejero, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará y recordará todo lo que les dije.
Los seguiré cargando cuando envejezcan y les salgan canas. Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los cargaré y los salvaré.
En su templo santo, Dios es un padre para los huérfanos y hace justicia a las viudas.Dios le da hogar a los desamparados y libertad a los prisioneros. En cambio, los que se rebelan en su contra vivirán en el desierto.
Aunque se muevan los montes y tiemblen las colinas, mi amor por ti seguirá firme y mi pacto de paz no tambaleará». Lo dice el SEÑOR, que se compadece de ti.
Pero ustedes son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey, una nación santa, y un pueblo que pertenece a Dios. Él los eligió para que anuncien las poderosas obras de aquel que los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa.
Estoy convencido de que Dios empezó una buena obra entre ustedes y la continuará hasta completarla el día en que Jesucristo regrese.
El Espíritu mismo le habla a nuestro espíritu y le asegura que somos hijos de Dios.Por ser hijos de Dios recibiremos las bendiciones que Dios tiene para su pueblo. Dios nos dará todo lo que le ha dado a Cristo, pero también tenemos que sufrir con él para compartir su gloria.
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