¡Sálvanos, Yahveh, Dios nuestro, reúnenos de entre las naciones, para dar gracias a tu nombre santo, y gloriarnos en tu alabanza!
Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren.
=Del maestro de coro. Para oboes y arpa. Salmo. De David.= (3) quiero alegrarme y exultar en ti, salmodiar a tu nombre, Altísimo.
=Ofrezcamos sin cesar,=por medio de él,=a Dios un sacrificio de alabanza,=es decir,=el fruto de los labios=que celebran su nombre.
Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor,
El será objeto de tu alabanza y él tu Dios, que ha hecho por ti esas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.
Y toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían: «Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos.»
y decían con fuerte voz: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.»
Yahveh mi fuerza, escudo mío, en él confió mi corazón y he recibido ayuda: mi carne de nuevo ha florecido, le doy gracias de todo corazón.
(16) Dichoso el pueblo que la aclamación conoce, a la luz de tu rostro caminan, oh Yahveh;
(12) ¿Por qué, alma mía, desfalleces y te agitas por mí? Espera en Dios: aún le alabaré, ¡salvación de mi rostro y mi Dios!
El pueblo clamó y se tocaron las trompetas. Al escuchar el pueblo la voz de la trompeta, prorrumpió en gran clamor, y el muro se vino abajo. La gente escaló la ciudad, cada uno frente a sí, y se apoderaron de ella.
Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico a Yahveh. Dijeron: «Canto a Yahveh pues se cubrió de gloria arrojando en el mar caballo y carro.
=Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.= (3) Porque Yahveh, el Altísimo, es terrible, Rey grande sobre la tierra toda.
El que ofrece sacrificios de acción de gracias me da gloria, al hombre recto le mostraré la salvación de Dios.»
(8) A punto está mi corazón, oh Dios, mi corazón a punto; voy a cantar, voy a salmodiar, (9) ¡gloria mía, despierta!, ¡despertad, arpa y cítara!, ¡a la aurora he de despertar! (10) Te alabaré entre los pueblos, Señor, te salmodiaré entre las gentes;
(4) - pues tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban -, (5) así quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre;
=Del maestro de coro. Cántico. Salmo.= salmodiad a la gloria de su nombre, rendidle el honor de su alabanza,
(2) Bueno es dar gracias a Yahveh, y salmodiar a tu nombre, Altísimo, (3) publicar tu amor por la mañana, y tu lealtad por las noches,
¡Cantad a Yahveh un canto nuevo, cantad a Yahveh, toda la tierra, cantad a Yahveh, su nombre bendecid! Anunciad su salvación día tras día,
¡Entrad en sus pórticos con acciones de gracias, con alabanzas en sus atrios, dadle gracias, bendecid su nombre!
Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre, bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
¡Dad gracias a Yahveh, aclamad su nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas! ¡Cantadle, salmodiad para él, sus maravillas todas recitad;
¡No a nosotros, Yahveh, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, por tu amor, por tu verdad!
¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos! Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.
=De David.= hacia tu santo Templo me prosterno. Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tu promesa ha superado tu renombre.
=Himno. De David.==Bet.=todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre; =Guímel.=grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza.
¡Aleluya! A Yahveh, mientras viva, he de alabar, mientras exista salmodiaré para mi Dios.
¡Aleluya! alabadle por sus grandes hazañas, alabadle por su inmensa grandeza. Alabadle con clangor de cuerno, alabadle con arpa y con cítara, alabadle con tamboril y danza, alabadle con laúd y flauta, alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de aclamación. ¡Todo cuanto respira alabe a Yahveh! ¡Aleluya!
Mi fortaleza y mi canción es Yah. El es mi salvación. El, mi Dios, yo le glorifico, el Dios de mi padre, a quien exalto.
¡Dad gracias a Yahveh, aclamad su nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas! ¡Cantadle, salmodiad para él, sus maravillas todas recitad! ¡Gloriaos en su santo Nombre, se alegre el corazón de los que buscan a Yahveh!
Cantad a Yahveh toda la tierra anunciad su salvación día tras día. Contad su gloria a las naciones, a todos los pueblos sus maravillas. Que es grande Yahveh y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.
Después bendijo David a Yahveh en presencia de toda la asamblea diciendo: «¡Bendito tú, oh Yahveh, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre hasta siempre! Tuya, oh Yahveh, es la grandeza, la fuerza, la magnificencia, el esplendor y la majestad; pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, oh Yahveh, es el reino; tú te levantas por encima de todo. De ti proceden las riquezas y la gloria. Tú lo gobiernas todo; en tu mano están el poder y la fortaleza, y es tu mano la que todo lo engrandece y a todo da consistencia. Pues bien, oh Dios nuestro, te celebramos y alabamos tu Nombre magnífico.
El león dilaceraba para sus cachorros, estrangulaba para sus leonas, llenaba de presas sus escondrijos y de rapiñas sus cubiles. Aquí estoy contra ti, - oráculo de Yahveh Sebaot -: encenderé en humareda tus carros, y la espada devorará a tus leoncillos; suprimiré de la tierra tu presa, y no se oirá más la voz de tus mensajeros.
Después, habiendo deliberado con el pueblo, señaló cantores que, vestidos de ornamentos sagrados y marchando al frente de los guerreros, cantasen en honor de Yahveh: «¡Alabad a Yahveh porque es eterno su amor!» Y en el momento en que comenzaron las aclamaciones y las alabanzas, Yahveh puso emboscadas contra los ammonitas y moabitas y los del monte Seír, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados.
Cantaron alabando y dando gracias a Yahveh: «Porque es bueno, porque es eterno su amor para Israel.» Y el pueblo entero prorrumpía en grandes clamores, alabando a Yahveh, porque la Casa de Yahveh tenía ya sus cimientos.
y los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabneías, Serebías, Hodiyías, Sebanías y Petajías dijeron: «¡Levantaos, bendecid a Yahveh nuestro Dios!») ¡Bendito seas, Yahveh Dios nuestro, de eternidad en eternidad! ¡Y sea bendito el Nombre de tu Gloria que supera toda bendición y alabanza! ¡Tú, Yahveh, tú el único! Tú hiciste los cielos, el cielo de los cielos y toda su mesnada, la tierra y todo cuanto abarca, los mares y todo cuanto encierran. Todo esto tú lo animas, y la mesnada de los cielos ante ti se prosterna.
dijo: «Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá retornaré. Yahveh dio, Yahveh quitó: ¡Sea bendito el nombre de Yahveh!»
y diréis aquel día: «Dad gracias a Yahveh, aclamad su nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas, pregonad que es sublime su nombre. Cantad a Yahveh, porque ha hecho algo sublime, que es digno de saberse en toda la tierra.
Yahveh, tú eres mi Dios, yo te ensalzo, alabo tu nombre, porque has hecho maravillas y planes muy de antemano que no fallan.
Cantad a Yahveh un cántico nuevo, su loor desde los confines de la tierra. Que le cante el mar y cuanto contiene, las islas y sus habitantes.
para darles diadema en vez de ceniza, aceite de gozo en vez de vestido de luto, alabanza en vez de espíritu abatido. Se les llamará robles de justicia, plantación de Yahveh para manifestar su gloria.
Las misericordias de Yahveh quiero recordar, las alabanzas de Yahveh, por todo lo que nos ha premiado Yahveh, por la gran bondad para la casa de Israel, que tuvo con nosotros en su misericordia, y por la abundancia de sus bondades.
Cantad a Yahveh, alabad a Yahveh, porque ha salvado la vida de un pobrecillo de manos de malhechores.
(Pues la higuera no volverá a echar brotes, ni habrá que recoger en las viñas. Fallará la cosecha del olivo, los campos no darán alimento, faltará el ganado menor en el aprisco, no habrá ganado mayor en los establos.) ¡Mas yo en Yahveh exultaré, jubilaré en el Dios de mi salvación!
¡Exulta sin freno, hija de Sión, grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey: justo él y victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna.
Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba:=«¡Hosanna=al Hijo de David!=¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna=en las alturas!»
y le dijeron: «¿Oyes lo que dicen éstos?» «Sí - les dice Jesús -. ¿No habéis leído nunca que=De la boca de los niños y de los que aún maman te preparaste alabanza?»=
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu=se alegra en Dios mi salvador=
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»
Cerca ya de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, se pusieron a alabar a Dios a grandes voces, por todos los milagros que habían visto. Decían:=«Bendito el Rey que viene en nombre del Señor!=Paz en el cielo y gloria en las alturas.»
Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.»
Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.
Hacia la media noche Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios; los presos les escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que los mismos cimientos de la cárcel se conmovieron. Al momento quedaron abiertas todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos.
y para que los gentiles glorificasen a Dios por su misericordia, como dice la Escritura:=Por eso te bendeciré entre los gentiles y ensalzaré tu nombre.=
¿Qué concluir, hermanos? Cuando os reunís, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lengua, una interpretación; pero que todo sea para edificación.
¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de los misericordias y Dios de toda consolación, que nos consuela en toda tribulación nuestra para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios!
=No os embriaguéis con vino,=que es causa de libertinaje; llenaos más bien del Espíritu. Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor, dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
llenos de los frutos de justicia que vienen por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta.
gracias al Padre que os ha hecho aptos para participar en la herencia de los santos en la luz.
La palabra de Cristo habite en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad agradecidos, himnos y cánticos inspirados, y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre.
Estad siempre alegres. Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros.
Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
cuando dice:=Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la asamblea te cantaré himnos.=Y también:
Teniendo, pues, hermanos, plena seguridad para entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús, por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través del velo, es decir, de su propia carne, y con un=Sumo Sacerdote=al frente de la=casa de Dios,= acerquémonos con sincero corazón , en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia mala y lavados los cuerpos con agua pura.
Por eso, nosotros que recibimos un reino inconmovible, hemos de mantener la gracia y, mediante ella, ofrecer a Dios un culto que le sea grato, con religiosa piedad y reverencia,
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva,
Pero vosotros sois=linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido,=para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz
Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
Al que es capaz de guardaros inmunes de caída y de presentaros sin tacha ante su gloria con alegría, al Dios único, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo tiempo, ahora y por todos los siglos. Amén.
y ha hecho de nosotros=un Reino de Sacerdotes=para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Los cuatro Vivientes tienen=cada uno seis alas,=están=llenos de ojos todo alrededor=y por dentro, y repiten sin descanso día y noche:=«Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso,=“Aquel que era, que es y que va a venir”.» Y cada vez que los Vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono y=vive por los siglos de los siglos,= los veinticuatro Ancianos se postran ante el que está sentado en el trono y adoran al que=vive por los siglos de los siglos,=y arrojan sus coronas delante del trono diciendo: «Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; por tu voluntad, no existía y fue creado.»
y decían con fuerte voz: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» Y toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían: «Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos.»
Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.» Y todos los Ángeles que estaban en pie alrededor del trono de los Ancianos y de los cuatro Vivientes, se postraron delante del trono, rostro en tierra, y adoraron a Dios diciendo: «Amén. Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.»
«Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, “Aquel que es y que era” porque has asumido tu inmenso poder para establecer tu reinado.
Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Ellos lo vencieron gracias a la sangre del Cordero y a la palabra de testimonio que dieron, porque despreciaron su vida ante la muerte.
Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso; justos y verdaderos tus caminos,=¡oh Rey de las naciones!==¿Quién no temerá,=Señor, y no glorificará tu nombre? Porque sólo tú eres santo,=y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti,=porque han quedado de manifiesto tus justos designios».
Después oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que decía: «¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios,
Y salió una voz del trono, que decía: «Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos=y los que le teméis, pequeños y grandes.»= Y oí el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes aguas y como el fragor de fuertes truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque ha establecido su reinado el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.
Venid, cantemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca de nuestra salvación; con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.
¡Aclamad a Yahveh, toda la tierra, estallad, gritad de gozo y salmodiad! Salmodiad para Yahveh con la cítara, con la cítara y al son de la salmodia; con las trompetas y al son del cuerno aclamad ante la faz del rey Yahveh.
Entonces todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la gloria de Yahveh sobre la Casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron a Yahveh «porque es bueno, porque es eterno su amor».
Tomó Daniel la palabra y dijo: «Bendito sea el Nombre de Dios por los siglos de los siglos, pues suyos son el saber y la fuerza.
tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando:=«¡ Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor,=y el Rey de Israel!»
¡Aleluya! ¡Regocíjese Israel en su hacedor, los hijos de Sión exulten en su rey; alaben su nombre con la danza, con tamboril y cítara salmodien para él!
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