Desde la creación del mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y su divinidad, se pueden descubrir a través de las cosas creadas. Hasta el punto que no tienen excusa
Porque dice: Con la fuerza de mi mano he hecho esto; con mi saber, porque soy inteligente. He reducido las fronteras de los pueblos, he saqueado sus tesoros, he aplastado como un valiente a sus habitantes.
A aquel que es poderoso para hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos, en virtud de su poder que actúa en nosotros,
El Señor es paciente, pero de gran poder, y no deja pasar nada. El Señor camina en la tempestad y en el huracán, y las nubes son el polvo de sus pies.
Él, que es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser, sostiene todas las cosas con su palabra poderosa, y, una vez que realizó la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en lo más alto del cielo,
diciendo: Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso, el que es, el que era, porque has tomado posesión de tu gran poder y has entrado en tu reino.
Porque amó a tus padres, eligió a su descendencia después de ellos, te sacó de Egipto con su asistencia y su poder,
Pero precisamente por esto te he conservado la vida, para demostrarte mi poder y para que mi nombre sea publicado por toda la tierra.
'Señor Dios, tú has creado el cielo y la tierra con tu gran fuerza y desplegando tu poder. ¡Nada hay imposible para ti!
Pues el Señor no nos ha dado espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de prudencia.
Ved ahora que soy yo, / que soy el único, / y que no hay Dios alguno más que yo. / Soy yo el dueño de la muerte y de la vida. / Yo hiero y yo curo. No hay nadie que se libre de mi mano.
¡Señor, Señor! Tú has comenzado a mostrar a tu siervo la grandeza y el poder de tu brazo, pues ¿qué Dios hay en los cielos o en la tierra que iguale tus obras y tus hazañas?
y cuál la excelsa grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, según la fuerza de su poderosa virtud, la que ejerció en Cristo resucitándolo de entre los muertos, sentándolo a su derecha en los cielos por encima de todo principado, potestad, autoridad, señorío y de todo lo que hay en este mundo y en el venidero;
desde la eternidad lo soy; nadie se puede librar de mi mano, yo actúo sin que nadie lo impida.
¿el que al lado de Moisés hizo marchar su brazo glorioso, y dividió las aguas ante ellos logrando así un eterno renombre?;
y las tres me ha respondido: 'Te basta mi gracia, pues mi poder triunfa en la flaqueza'. Con gusto, pues, presumiré de mis flaquezas para que se muestre en mí el poder de Cristo.
¿Quién igual a ti, Señor, entre los dioses? ¿Quién igual a ti, sublime en sabiduría, tremendo en gloria, autor de maravillas? Desplegaste tu mano, la tierra los tragó.
Y esto no es más que el contorno de sus obras, pues tan sólo captamos un apagado eco. El trueno en su poder, ¿quién lo podrá alcanzar?
Yo no me avergüenzo del evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primero y también del griego.
ahora que estoy viejo y encanecido, oh Dios, no me abandones, para que pueda anunciar a esta generación las obras de tu brazo, y tu poder a las edades venideras.
Él reanima al cansado y reconforta al débil. Podrán los jóvenes cansarse y fatigarse, podrán tambalearse los muchachos; pero los que esperan al Señor renuevan sus fuerzas, remontan el vuelo como águilas, corren sin fatigarse y caminan sin cansarse.
Él cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre. Nuestro Señor es grande y todopoderoso, su inteligencia es infinita.
La muerte y la vida están en poder de la lengua, los que la usan comerán de su fruto.
El Señor tu Dios está en medio de ti, ¡poderoso salvador! Estará lleno de gozo por ti, con su amor te dará nueva vida, bailará y gritará de alegría por ti
Jesús los miró y les dijo: 'Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible'.
a fin de conocerle a él y la virtud de su resurrección y la participación en sus padecimientos, configurándome con su muerte
¡El todopoderoso! No lo podemos alcanzar; inmenso por su fuerza y rectitud, maestro de justicia, a nadie oprime.
En el bautismo fuisteis sepultados con Cristo, habéis resucitado también con él por la fe en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.
publicarán el poder de tus prodigios y pregonarán tus grandezas; divulgarán el recuerdo de tu inmensa bondad, aclamarán tu justicia.
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y en él, cabeza de todo principado y potestad, habéis alcanzado la plenitud.
Porque el lenguaje de la cruz es una locura para los que se pierden; pero para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios.
La riqueza y la gloria te preceden, tú eres el dueño de todo, en tu mano está la fuerza y el poder, en tu mano encuentran estabilidad y grandeza todas las cosas.
y las tres me ha respondido: 'Te basta mi gracia, pues mi poder triunfa en la flaqueza'. Con gusto, pues, presumiré de mis flaquezas para que se muestre en mí el poder de Cristo. Por esto me alegro de mis flaquezas, de los insultos, de las dificultades, de las persecuciones, de todo lo que sufro por Cristo; pues cuando me siento débil, es cuando soy más fuerte.
Que el Dios de la esperanza llene de alegría y paz vuestra fe, y que la fuerza del Espíritu Santo os colme de esperanza.
No esperéis nada de la violencia, no os hagáis ilusión con la rapiña; si llegáis a ser ricos, no pongáis vuestro corazón en las riquezas.
porque por él mismo fueron creadas todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra, lo invisible y lo visible, tanto los tronos como las dominaciones, los principados como las potestades; absolutamente todo fue creado por él y para él; y él mismo existe antes que todas las cosas, y todas subsisten en él.
pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros para que seáis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra'.
Pues la locura de Dios es más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios, más fuerte que los hombres.
Hijos míos, vosotros sois de Dios, y lo habéis vencido. Porque el que está en vosotros es más grande que el que está en el mundo.
No, la mano del Señor no es demasiado corta para salvar, ni su oído tan duro como para no oír;
El Dios de toda gracia que os llamó en Cristo a su eterna gloria, él mismo os perfeccionará después de un breve padecer, os confirmará, os fortalecerá y os consolidará.
decid a Dios: 'Tus obras son maravillosas'. Por la grandeza de tu poder tus enemigos ante ti se rinden;
Escucha esto, Job; detente y considera los prodigios de Dios. ¿Sabes acaso cómo Dios los dispone y cómo hace brillar el rayo de su nube? ¿Sabes cómo están suspendidas las nubes, maravilla de una ciencia consumada?
Y de nuevo a tentar a Dios volvían, a irritar al santo de Israel; no se acordaban de lo que había hecho su mano el día que los rescató de la opresión:
En este sentido pedimos sin cesar por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de vuestra vocación y que con su poder lleve a término todos vuestros buenos deseos y la obra de vuestra fe. De este modo el nombre de Jesús, nuestro Señor, será glorificado entre vosotros, y vosotros lo seréis en él con la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor.
y destituyó a los principados y a las potestades, y los expuso a la pública irrisión, triunfando de ellos en la cruz.
De ahí proviene que pueda salvar perfectamente a aquellos que por él se acercan a Dios, estando siempre vivo para interceder en su favor.
Únete al canal de BibliaTodo en tu app favorita: